LEÑA AL BOOMER, QUE ES DE GOMA


 Las generaciones de los mileniales, los Z y algunos X, los nacidos en democracia para decirlo corto, son una panda de vagos, flojos y egoístas. Se quejan de su sueldo y de no poder ahorrar un euro, pero pillan vuelos y airbnbs baratos jurando ser ecologistas y abominar el turismo de masas. Lo quieren todo aquí y ahora, pero hacen cola de días por una entrada para ver a Bad Bunny el año que viene. Se frustran a la mínima, y se toman al pie de la letra al primer terapeuta que les dice que se prioricen y los demás que arreen. Hala, ya he soltado el mitin. ¿Ven qué fácil?

Está tirado caricaturizar a toda una generación, o dos, o tres, con cuatro trazos de brocha gorda que, sin ser inciertos del todo, son del todo falaces y, sobre cualquier otra cosa, injustos. Diré, en mi descargo, que no soy la única caricaturista. La periodista Analía Plaza, 36 añazos uno detrás de otro, ha publicado un ensayo titulado La vida cañón en la que nos mete a todos los boomers en el mismo saco. Partiendo de datos macroeconómicos de reparto de la riqueza, Plaza, como muchos de sus coetáneos, responsabiliza al presente bienestar de la generación nacida en los años sesenta del malestar y la falta de futuro de la suya, cuando cada boomer, como cada milenial, cada zeta y cada equis es un mundo.

Dejemos el pasado para las hemerotecas y las cicatrices de cada uno en el cuerpo y el alma. Olvida Plaza, o no quiere acordarse, de que aquí y ahora hay parados de más 55 años a los que las empresas no quieren ni regalados. Trabajadores de más de 60 que siguen deslomándose porque tienen que ayudar a pagar los cuidados de sus padres nonagenarios y de sus hijos treintañeros que no pueden irse de casa porque la vivienda está imposible. Y jubilados que pagan la barra de pan de cada día en calderilla porque juntar un billete es misión imposible. Está claro que Plaza ha metido el dedo en la llaga y que quiere vender libros. Nada en contra. Pero, aparte de afinar un pelín más el tiro, digo el retrato, podría ampliar un poquito el foco. Una antigua compañera de trabajo, nacida en 1950, y ya, ella sí, jubilosa jubilada, animaba a secundar todas las huelgas, fueran o no con ella, al grito de “a quemar los palés”, para que avanzáramos todos. No estaría de más que los jóvenes salieran a quemar lo que quiera que sean ahora los palés exigiendo casa, sueldo y trabajo dignos a los verdaderos poderosos, en vez de lloriquearnos sus penas, enfrentar a las generaciones y culpar a sus mayores de todos sus males, como quiere el sistema. Entre otras cosas, porque esos boomers que, según ellos, viven como curas, son sus padres y abuelos y, si les cortan el grifo o los desheredan, igual sí que están jodidos del todo. - Luz Sánchez-Mellado - elpais.es

Déjenme explicar una anécdota personal que creo es ilustrativa: Con 10 años, mi padre me levantaba a las siete de la mañana. Teníal Mercado Municipal con la bicicleta y el remolque a buscar las frutas y verduras que él había comprado para la tienda de comestibles que teníamos en la calle de Villarrubies junto a la de Siso el panadero. En invierno, para no pasar frío, llevaba una cazadora de piel que era de mi padre, significa que me iba un poco grande y los pantalones largos parcheados, como era bastante habitual en aquella época. Después a los 14 estudiar y trabajar a la vez, y más adelante el servicio militar. 

Creo que los baby boomer construimos nuestro futuro, y lo hicimos con la ilusión de que era posible, en pleno franquismo y sin la certeza de que conquistar ese futuro sería posible. Nos hemos ganado bien nuestra jubilación. Ahora les toca luchar a otros para construir su futuro, y estoy convencido de que saldrán adelante, están mucho más preparados que nosotros, pero.... no estaría de más que los jóvenes salgan a quemar lo que sea, en vez de echar la culpa de sus males a sus mayores como quiere el sistema

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4 Comentarios

  1. Pues como en cualquier colectivo hay de todo: gente que trabaja mas que protesta y al contrario, gente que vive del cuento mientras los padres puedan, que viajan mucho y luego se lamentan de muchas cosas. Lo tienen difícil cuando empiecen a jubilarse.

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  2. Lo cierto es que últimamente hay una tendencia tendenciosa a quejarse de los boomers, que si cobran mucha pension, que si no se lo han ganado, etc etc

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    1. Aunque cronológicamente yo pertenezco este grupo, nada que ver los que nacimos en los primeros 50, que conocimos y sufrimos el franquismo y los de los 60 que todavía no se han jubilado en su mayoría y tuvieron la suerte de no padecer apenas los rigores de la dictadura.

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  3. Yo soy del 45, o sea baby boomer, sé de lo que hablas, aunque debo reconocer que mis padres me mantuvieron fuera de los rigores de la dictadura, y ya de adolescente también escapé a ellos. O me acostumbré a ellos, no te lo sabría decir con certeza. Tuve una infancia y adolescencia plácida y feliz.

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