La existencia de cierto postureo es consustancial al activismo, no lo vamos a negar. Pero es curioso lo fácil que resulta mofarse de una acción directa, más que del llamado activismo virtual o de sofá, basado en el “like ” y el “share ”. Por supuesto que la acción de la Flotilla no va a acabar con el sufrimiento de los palestinos, como tampoco los integrantes de Greenpeace que colocan una pancarta en lugares inaccesibles de la Amazonia acabarán con la deforestación. Ni los “like ” del móvil acabarán con las injusticias. El activismo pretende articular movimientos sociales en favor de determinadas causas y unas veces consigue que cristalicen en cambios y otras no.
Los nuevos movimientos sociales ya no son como los que se construían alrededor de reivindicaciones obreras o materiales, sino que tienen más que ver con cambios en los valores, en la calidad de vida, en el respeto a las identidades de todo tipo (género, raza, religión, cultura, territorio…), la defensa de los derechos humanos o la autonomía de los individuos. Si uno no se siente identificado con un determinado movimiento, éste resulta realmente antipático. Pero en su mayoría (no todos) siguen siendo una forma de participar en la política de manera no oficial y contribuyen a la salud democrática. Y tampoco vamos tan sobrados de esto último. Lola García en la vanguardia
No podría estar más de acuerdo contigo. Postureos de algunos aparte, es mucho más cómodo y mucho menos peligroso quedarte en casa viendo la tele y haciendo política de salón. El objetivo de la flotilla se ha cumplido: llamar la atención sobre el asunto de Gaza, evidenciar cómo el gobierno de Netanyahu se salta la legalidad internacional al abordar los barcos en aguas que son de todos. Aunque respeto las opiniones ajenas que no coinciden con las mías, no me resulta grato que en estos días se chata criticado más a los componentes de la flotilla que a las fechorías del gobierno de Israel.
ResponderEliminarUn saludo.
Haya.
ResponderEliminarSí, además, un mes encerrados en barquitos de papel sin condiciones de higiene ni habitabilidad adecuadas, no ha debido de ser muy agradable. Mientras tanto, Israel sigue asesinando a gazaties, desde 1948.
ResponderEliminarDime cómo hablas y te diré cómo eres. Y los individuos masculinos y femeninos que se burlan se desacreditan a sí mismos. Pero están arropados por gentes de la misma calaña y se sienten crecidos en su incapacidad moral y nefastamente política.
ResponderEliminarFíjate además quién más se ríe. Los Ayusowers, eso, calaña de baja estofa.
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