EL ABANDONO DE LOS CIUDADANOS

La percepción, es que como sociedad nos hemos vuelto muy egoístas, poco solidarios, exigentes en exceso y poco dados a colaborar y participar como ciudadanos de la problemática del día a día. Sin enemigo a quien combatir, hemos abandonado la lucha y acomodados, e indigentes lo hemos déjado todo en manos del papa Estado que debe resolver todos nuestros problemas, sobre todo los pequeños, los egoístamente nuestros. En una clara actitud de hedonismo displicente, nos limitamos a quejarnos sistemáticamente de todo, dar la culpa a los otros de todos nuestros problemas y quedarnos tan anchos convencidos de nuestras razones. Instalados en la cultura del "NO" como hace tiempo ya nos reprochaba el expresident Pujol, no queremos la MAT, ni el túnel de Bracons, ni el cuarto cinturón, ni prisiones, ni mucho menos centros de recogida de residuos, ni nada que perturbe la armonía del supuesto e idílico falso entorno en el que egoístamente vivimos.
No somos capaces de razonar de manera argumental por oponernos a las propuestas ni a nada en general, simplemente descalificamos de manera sistemática cualquier propuesta venga de dónde venga en el mejor de los casos, si no que descalificamos a menudo y de manera sistemática las razones del otro. Hemos perdido la capacidad de análisis y de razonar en cualquier discusión sobre cualquier propuesta, es un diálogo de sordos con posiciones inamovibles desde cuestiones serias a otras más banales. Nos hemos enrocado de tal manera contra todo en general que más que una sociedad, parecemos una pandilla de asquerosos palomos arrullando y contaminándolo todo con nuestra insolidaridad. Sinceramente me gustaba más el tiempo en que pretendíamos volar libres y comprometidos como las golondrinas o los vencejos que cuando llegan quiere decir que ya está aquí la primavera, mientras ahora estamos instalados en el invierno de la indigencia y la intolerancia.
Y para acabarlo de arreglar estamos inmersos en la crisis que llevamos ya demasiado en ella y según a quien escuches todavía será mucho peor a partir del 2012 que está muy cerca en el horizonte. Mucho me temo que no servirá para nada, ni la crisis y las dificultades que conlleva conseguirá sacarnos de nuestro letargo, sacudir nuestras conciencias. Continuaremos igual con crisis o sin ella, mientras todo se hunde ante nuestra indolente indiferencia.


SBD. 18.10.11