Logotipo de Qatar foundation -

A propósito del patrocinio en la camiseta de los jugadores del Barça de la Qatar Foundation que propone la nueva junta directiva comandada por el Sr.Sandro Rossell (Anteriormente dicho o nombrado Sandrusco), no me preocupa excesivamente que lleven una publicidad más en la camiseta nuestros jugadores, Unicef. Niké, Cataluña, el nombre en las botas y alguna más que se me escapa, más la publicidad que hacen en los medios ya llena bastante el trozo de ropa que lucen encima cada partido.

El problema es que si el Barça es más que un club, que lo es, aunque no dejará de serlo para pasar a ser un club más por llevar otra publicidad, la de Unicef y la de Qatar juntas hacen daño los ojos y la cosa chirría. No es Qatar un estado democrático. como no lo es ningún emirato de los del Golfo Pérsico, con la salvedad que en este dejan conducir a las señoras y poco más, pero los derechos humanos, las mujeres, los partidos políticos y los sindicatos no tienen ni voz ni voto ni se respetan ni se dejan actuar. No es pues un patrocinador que se avenga a la filosofía del Club. Y ya entiendo que 170 millones de euros en cinco años es una suma muy interesante y que cualquier otro club lo aceptaría sin que nadie dijera ni mú. Pero el Barça es el Barça y digo que yo que el Sr. Rossell ya que es tan listo y los de la anterior junta un desastre, podría ser más imaginativo y sino ya le doy yo la idea: si dividimos el dinero del patrocinio por 170.000 socios que tiene el club, sale a 1000 euros por barba , que dividido por cinco años es 200 euros por cabeza.

Que no haría un culé de pro, un socio o un simpatizante por el club de sus amores, que colaborar en recuperar la deuda y sanear la economía del club evitando con su contribución esta publicidad no deseada, contribución que podría ser a devolver paulatinamente en próximos abonos anuales y evitar así la mancha de petróleo no demasiado limpia en la camiseta del mejor club del mundo del siglo XXI (de momento). Unicef y los culés lo agradecerían, sólo es cuestión de rascarse un poco el bolsillo y asunto resuelto.