Jose Louis "el bombardero de Detroit" fue un boxeador estadounidense que tuvo una brillante carrera en el mundo del boxeo desde comienzos de los años treinta, campeón del mundo doce años seguidos, fue un deportista de élite. Se explica que cuando estaba en la cima de su carrera, recibió una carta de un cura de Utah en la que le pedía una contribución para su iglesia, pero también le reprochaba amargamente, que no era justo que él (Joe Louis ) ganase tanto dinero y tuviera tanta fama dandose a puñetazos con otro, y él (el cura) que había estudiado, que hablaba varios idiomas, no tuviera ni dinero ni reconocimiento. Joe Louis le contestó la carta (o algún asesor le dijo que debía contestar e incluso se la redactó) En ella le decía, mire Señor, de curas hay muchos en todo el mundo, pero de Papa sólo hay uno que vive y muy bien en Roma, sea usted Papa y tendrá dinero y reconocimiento.
He contado esta historia, porque de vez en cuando como el Guadiana que aparece y desaparece oigo comentar que once chicos incultos que dando patadas a un balón ganan mucho dinero, que si "panem et circensis" o que si el opio del pueblo, relativo al mundo del fútbol. Ahora, con motivo de los tres títulos ganados por el Barça es cierto que hemos sufrido un empacho de barcelonismo, lo reconoce un culé confeso, pero quisiera decir que quienes critican a los jugadores o el fútbol, a veces por convencimiento o a veces por una postura elitista , son un poco como el cura de Utah. Los futbolistas o deportistas de élite en general, son lo que nosotros queríamos haber sido y no hemos conseguido, y se puede aplicar esto a cualquier ámbito laboral y a partir de ahí que cada uno viaje con su frustración. Antes, los intelectuales eran anti fútbol, ya que no quedaba bien que a una persona culta le gustara el fútbol (con excepciones como siempre) Fue Manolo Vázquez Montalbán el primero en salir del armario futbolístico y encima de reconocer que le gustaba el fútbol, escribió mucho y muy bien sobre él.
Aparte de esto, los jugadores aunque si es cierto ganan mucho dinero, hay que tener en cuenta que su vida laboral (ahora no tanto) es breve, y además son ellos quienes generan los ingresos del club, con su juego o mejor dicho con los resultados del equipo, y si bien es cierto que los del Barça ahora cobraron 39 millones de euros por haber ganado los tres títulos, lo que también es cierto es que el club se embolsó 310, o sea que los jugadores salen a un 12% de comisión, y eso que son los que han corrido y ganado estos títulos. No son once chicos con calzon corto dando patadas, y menos aún el Barça de estas últimas temporadas que es pura poesía urbana en movimiento.
He contado esta historia, porque de vez en cuando como el Guadiana que aparece y desaparece oigo comentar que once chicos incultos que dando patadas a un balón ganan mucho dinero, que si "panem et circensis" o que si el opio del pueblo, relativo al mundo del fútbol. Ahora, con motivo de los tres títulos ganados por el Barça es cierto que hemos sufrido un empacho de barcelonismo, lo reconoce un culé confeso, pero quisiera decir que quienes critican a los jugadores o el fútbol, a veces por convencimiento o a veces por una postura elitista , son un poco como el cura de Utah. Los futbolistas o deportistas de élite en general, son lo que nosotros queríamos haber sido y no hemos conseguido, y se puede aplicar esto a cualquier ámbito laboral y a partir de ahí que cada uno viaje con su frustración. Antes, los intelectuales eran anti fútbol, ya que no quedaba bien que a una persona culta le gustara el fútbol (con excepciones como siempre) Fue Manolo Vázquez Montalbán el primero en salir del armario futbolístico y encima de reconocer que le gustaba el fútbol, escribió mucho y muy bien sobre él.
Aparte de esto, los jugadores aunque si es cierto ganan mucho dinero, hay que tener en cuenta que su vida laboral (ahora no tanto) es breve, y además son ellos quienes generan los ingresos del club, con su juego o mejor dicho con los resultados del equipo, y si bien es cierto que los del Barça ahora cobraron 39 millones de euros por haber ganado los tres títulos, lo que también es cierto es que el club se embolsó 310, o sea que los jugadores salen a un 12% de comisión, y eso que son los que han corrido y ganado estos títulos. No son once chicos con calzon corto dando patadas, y menos aún el Barça de estas últimas temporadas que es pura poesía urbana en movimiento.
0 Comentarios:
Publicar un comentario