Decirle "zorra" a la mujer no constituye desprecio o insulto si quien utiliza este término lo hace "para describir un animal que debe actuar con especial precaución", afirma la Audiencia Provincial de Murcia en una sentencia, que revoca la condena de un año de cárcel para un hombre por un delito de amenazas.
La sentencia indica que el Juzgado de lo Penal número Dos de Cartagena condenó al acusado a la pena de un año de prisión por un delito continuado de amenazas en el ámbito familiar al considerar probado que, a través de unas llamadas telefónicas hechas al hijo común, llegó a decir que vería la denunciante "en el cementerio en una caja de pino". La Audiencia Provincial de Murcia no aprecia en los hechos probados que en el comportamiento del denunciado hubiera una situación de dominación sobre su esposa, por lo que le condena a la pena de ocho días de localización permanente por una falta de amenazas leves .
Visto así la sentencia parece un disparate y hace que que los jueces a veces no parezcan de este mundo, pero hoy, he escuchado en la radio al abogado defensor de este hombre, Santiago Castillo que explicaba que en una conversación telefónica entre el hijo y la madre por teléfono en manos libres, el hombre - que vive en Ciudad real - le espetó a esta: 'Dile a tu madre que haga como las zorras y vigile bién por delante y por detrás no sea que caiga en algún peligro', lo cual es una amenaza, no un insulto y por amenazas le ha condenado el juez del Olmo. Cuidado, que enseguida todo el mundo se ha echado encima del juez sin enterarse del contenido exacto de los hechos y visto así no es tan disparatada la sentencia. Y es que a menudo, demasiado a menudo nos cuesta entender sentencias de los jueces que a menudo también se limitan a aplicar la ley según la información que tienen del caso y que aunque a veces no nos parezcan de sentido común, suelen ser ajustadas a derecho. Al fin y al cabo, son ellos los jueces, no nosotros, legos en la materia.
La sentencia indica que el Juzgado de lo Penal número Dos de Cartagena condenó al acusado a la pena de un año de prisión por un delito continuado de amenazas en el ámbito familiar al considerar probado que, a través de unas llamadas telefónicas hechas al hijo común, llegó a decir que vería la denunciante "en el cementerio en una caja de pino". La Audiencia Provincial de Murcia no aprecia en los hechos probados que en el comportamiento del denunciado hubiera una situación de dominación sobre su esposa, por lo que le condena a la pena de ocho días de localización permanente por una falta de amenazas leves .
Visto así la sentencia parece un disparate y hace que que los jueces a veces no parezcan de este mundo, pero hoy, he escuchado en la radio al abogado defensor de este hombre, Santiago Castillo que explicaba que en una conversación telefónica entre el hijo y la madre por teléfono en manos libres, el hombre - que vive en Ciudad real - le espetó a esta: 'Dile a tu madre que haga como las zorras y vigile bién por delante y por detrás no sea que caiga en algún peligro', lo cual es una amenaza, no un insulto y por amenazas le ha condenado el juez del Olmo. Cuidado, que enseguida todo el mundo se ha echado encima del juez sin enterarse del contenido exacto de los hechos y visto así no es tan disparatada la sentencia. Y es que a menudo, demasiado a menudo nos cuesta entender sentencias de los jueces que a menudo también se limitan a aplicar la ley según la información que tienen del caso y que aunque a veces no nos parezcan de sentido común, suelen ser ajustadas a derecho. Al fin y al cabo, son ellos los jueces, no nosotros, legos en la materia.
