"Nueva York, 12 abr (EFE).- El paquete sospechoso que ha motivado hoy la evacuación del edificio número dos del World Financial Center de Nueva York, situado a pocos metros de donde estaba el World Trade Center, contenía una granada falsa, ha confirmado a Efe un portavoz de la Policía.
Los empleados que fueron desalojados del edificio de oficinas han vuelto a sus puestos de trabajo después de que la Policía de Nueva York comprobase que no había peligro y que el objeto que analizaban se trataba de una granada de juguete, ha precisado la fuente."

Los magnicidios han pasado ya a la historia, las guerras convencionales también, y amenazas de bomba falsas como esta nos conducen a la histeria. Esta de ayer fue una falsa bomba, pero en la memoria de todos flotan precedentes como el caso del fallido atentado con furgoneta bomba en Times Square desactivada el 3 de mayo de 2010, así como el paquete sospechoso al día siguiente en el mismo lugar a Nueva York, que resultó ser una falsa alarma pero que creó la atmósfera de histeria y pánico en el centro de la ciudad de los rascacielos, o los los atentados suicidas perfectamente organizados en Bombay en diciembre de 2008, o los del metro de Londres, del 11-M en Madrid o el 11-S en Nueva York, Bali y otros menores que se han producido en los últimos años.
Ahora, el enemigo, ataca en el peor escenario, la ciudad. Estos soldados invisibles, ya se han dado cuenta los gobiernos, en muchos casos, los tienen dentro de casa, los han educado ellos dentro de su sistema, y ​​no hay nada que hacer, pueden atentar siempre que quieran y, si unos fallan tras su vendrán otros, y otros y otros. De nada sirven los ejércitos convencionales como se ha hecho patente una y otra vez.
Y esta sociedad opulenta, que reclama seguridad al cien por cien para todo, que solo está obsesionada en consumir, al viajar, al querer tener todo controlado, debe empezar a entender que la seguridad al cien por cien no existe, pero así como hasta ahora, nos habíamos acercado en varios aspectos, ahora se ha estancado por mucho tiempo. El terrorismo global es una amenaza real, diaria, que puede estallar en cualquier momento en cualquier lugar del planeta, allí donde menos se espere. Puede ser en un avión, en un tren, un autobús, una terminal, un Centro Comercial, un Hotel o en medio de una calle o una plaza, o en cualquier edificio público.
Con un enemigo como este, dispuesto incluso a morir, a inmolarse por su causa, no hay nada que hacer, es una batalla perdida antes de empezar, porque de hecho no empieza, sucede cuando ese enemigo quiere que suceda, cuando menos lo esperamos. Y tendremos que acostumbrarnos a convivir en este estado de peligro latente y constante, forma parte del nuevo terror globalizado, por el cual el Sr. Bush, Blair y Aznar hicieron mucho para propiciarlo con su insensata invasión de Irak.

Como decía estúpidamente orgulloso George W.Bush, tras la invasión de Irak, "el mundo es ahora un lugar mucho más seguro" ¡Y tan seguro!, que te puedes ir al otro barrio de lo que llaman un daño colateral que es como consideran las víctimas de los atentados terroristas. O sea que ni siquiera nos darán la posibilidad del acto digno de morir por alguna causa; moriremos víctimas de la estupidez de unos mandatarios que no ha sabido ver más allá de su propio interés sin ser capaces de analizar las trágicas consecuencias de su ilegal acción de guerra, y del fanatismo de los otros que su única ideología es el terror, y con quien no hay diálogo posible, ni manera de razonar. Es la NO guerra del siglo XXI, la que nos explicaba Orwell en 1984, pero no en forma de ficticias y remotas maniobras militares, sino en el recibidor de casa.