Te llega un estudio patrocinado por una empresa que no sabes qué te vende ni tampoco te importa mucho y asegura que el hombre más deseado por las mujeres españolas es el chulo-playa valenciano. Conociendo al mejor representante de esta tipología, el soltero más atractivo de España, no nos sorprende. Lo que sí lo hace es descubrir que no sólo nosotros buscamos a las tías trastornadas; también las encuestadas parecen tener esa pulsión autodestructiva necesaria para sentirse atraído con un paisano que te llama teta, su mayor diversión es explotar cosas, a ser posible partes de su cuerpo y que en cualquier momento mataría (o se mataría) por ti.
¿Por qué no optar por la fiable Meseta y su fruto, el castellano? ¿No es el sueño de toda mujer, o al menos de toda mujer anterior al siglo XIX? Un tipo serio, silencioso, que sólo abre la boca para comer o bendecir, con un sentido de la religiosidad rara, que no cree en Dios pero sí en La Misa... Y físicamente, ¿no son poderosos imanes sus manos gigantes, seguramente acompañadas de tremendo vigor sexual, cara de Cid, con un cuerpo correoso como la encina y frío como las piedras de la catedral de Burgos? Sí, es cierto que a vuestra descendencia le pondrá un segundo nombre, herencia familiar, que bien podría ser Telesforo o Encinio, ¿pero no es ese el precio a pagar por un estado de ánimo estable como el horizonte soriano?

No, lo más seguro es que, desoyendo la voz de vuestras abuelas y siguiendo el consejo de vuestra tía la aventurera, busquéis algo que os dé vidilla. Bueno, si de eso se trata, pocos entienden más de vidilla que los andaluces: independientemente del modelo (capillita sevillano, perroflauta gaditano y cualquiera de sus estados intermedios), al supuesto salero hay que añadirle altísimas cotas de relación disfuncional con su madre, alguna disfunción sexual que en realidad es pereza y una pandilla de amigos que a los 32 años todavía viven en pisos de estudiante porque aún son estudiantes. Una ventaja sí que tienen y es el desahogo económico que proporciona el famoso PER que a todos los andaluces nos llega a primeros de mes directamente desde el Departament d’Economia, y que nosotros cariñosamente llamamos "el sobresito".

Es hasta posible que en esta misma vía de la alegría de vivir alguna incauta caiga en la trampa tropical, el canario. Sí, vale que la inyección de sangre nórdica crea Adonis tostados por el sol, pero piensa que. Hablan. De. Esa. Manera. Y si ese es el rollo que te va, al menos pasa de la imitación y píllate directamente un venezolano. Also: Pedro Guerra.

Por último, queda la opción norteña, que viene a ser todo lo que da al mar ese frío de arriba y que se diferencian entre sí por la extensión del mullet y por el líquido con el que se emborrachan: a chatos los vascos, para poder pelearse por quién invita que es lo que en el fondo les gusta; con sidra los asturianos, para poder llevar esa mítica camiseta de "puntería natural"; los gallegos con licor café, también conocida como la cocaína del alcohol; y los cántabros con... pues no lo sabemos, pero ¿a quién le importa, a los cántabros? Pues ya ves tú. El hombre norteño te asegura brazos como terneros para levantar ídems, cejas tupidas para cobijarse de la ducha y un carácter competitivo y orgulloso que lo mismo te construye una casa con sus propias manos que te monta una Reconquista o una Guerra Carlista. Y encima son sociedades matriarcales, así que si eres de las que gusta de manejar a su novio como a un pitbull, esta es tu raza ideal. AP