LOS NUEVOS INDIGNADOS


Están creciendo los nuevos indignados, y tienen estos una base mucho más sólida y consistente que los indignados de happennig de fin de semana del 15-M. Los nuevos indignados son muchos: todos los estafados por Bancos y Cajas con preferentes o acciones basura como las de Bankia; todos los parados, cada vez más los funcionarios ... y: los jubilados. Demasiadas cuerdas para un solo violín para un Estado que ante los problemas de toda esta gente se dedica a eso, a tocar el violín, incapaz de prever lo que le viene encima. 
Cuando se pone a un idiota de Presidente del Gobierno, para sustituir a otro tanto o más idiota e incompetente que él, rodeados ambos del mismo incompetente personal, la cosa no puede ir bien. Mientras, sólo hay que repasar hemerotecas para ver la ceguera interesada o simplemente ignorante de Aznar, Botín, Blesa, Rato y otras eminencias económicas que todavía hasta el año 2008 vislumbraban un futuro de crecimiento para España, una España que según Zapatero había superado ya el PIB de Italia e iba a la caza de Francia. Dios mío! cuanta ignorancia .... o mala fe.
Están creciendo los nuevos indignados, costará que se agrupen, pero pasará, y aquí que cuando la gente se sublevaba quemaba conventos o iglesias, ahora quizás debería cambiar de objetivo y empezar a prender fuego a lo que corresponde. ¡Ah! en el caso de Bankia que es quizás el más obsceno y escandaloso de todos (su valor actual es menos trece mil euros), no culparía del todo a Rodrigo Rato. A pesar de su ineficiencia, y mira que lo intentó, y no fué capaz de cargarse el FMI de donde se lo sacaron de encima, y en Bankia cuando llegó ya no había nada que hacer para salvarla del desastre, sólo planear una campaña publicitaria engañosa para recoger el máximo de dinero posible de la buena gente que como él no entiende en absoluto de economía, sólo que estos suelen ser en general honestos, y Rodrigo Rato no. Y es por ahí por donde hay que empezar a prender fuego, un fuego purificador que nos descontamine de tanta estulticia e inoperancia, y sirva de aviso para futuros administradores del dinero de todos los ciudadanos.

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