Sindicatos, instrumento de opresión clasista

efectos de un piquete informativo -




Decía Joan Fuster en uno de sus aforismos, exactamente el 717 lo siguiente: "Un Sindicato que está en manos de los de arriba - sean éstos los que sean - será siempre un instrumento de opresión clasista (18-X-1954)"
Cuando Joan Fuster lo escribió yo tenía sólo nueve años y no había pues unos sindicatos democráticos, sino el sindicato vertical franquista, aunque de hecho, poca o nula diferencia hay entre unos y otros, los sindicatos son un ente decimonónico e inútil actualmente, ya lo escribí hace unos meses, como los árbitros asistentes no sirven para nada, y si hay algo o una actividad que no sirve para nada, sólo para costar dinero (240 millones de euros al año en el caso de los sindicatos españoles) al erario que todo el mundo sabe es público, mejor pues obviarlo y dejarlo correr.
Pienso en ello cada vez que veo a Cándido Méndez (eterno vago en su poltrona), Fernandez Toxo o Coscubiela. He dicho vago y, vago, lo dice Ignasi Riera en su último libro y lo suscribo: para ser sindicalista debe ser vago y yo añadiría que bastante caradura.
Entre otras cuestiones porque los Sindicatos que han forzado esta huelga con los piquetes informativos que coaccionan a la gente para que no abra las tiendas, ponen silicona en las cerraduras y otros actos muy poco democráticos, son también culpables de la actual crisis, por su connivencia con los Gobiernos anteriores. Gobiernos que colocaron a sindicalistas en Consejos de administración de Bancos y Cajas, y otros trapicheos

Los sindicatos han desarrollado un eficaz mecanismo que captación de fondos públicos con carácter finalista presentando con regularidad a las convocatorias de subvenciones anunciadas por las distintas administraciones públicas (central autonómica, local e institucional) para el fomento de la actividad asociacionista, la realización de todo tipo de estudios, programas sociales, planes de igualdad, integración de inmigrantes, etc ...; siendo adjudicatarios de este tipo de ayudas como si se tratara de una organización no gubernamental más. Es tremendamente complicado determinar el monto total derivado de esta fuente de financiación ya que la información de las subvenciones y ayudas concedidas aparece disgregada en los cientos de boletines oficiales del Estado, CCAA, Diputaciones, Ayuntamientos, etc ...
Participar en los foros institucionales es una actividad, en general, retribuida. Unas veces lo es de manera directa al propio sindicato, así, por ejemplo, el Ministerio de Trabajo e Inmigración les concede anualmente una compensación económica por su participación en los órganos consultivos centrales y territoriales del Ministerio, de sus organismos autónomos y de las entidades gestoras de la Seguridad Social. También, a veces, el abono se realiza a título personal a favor de aquellas personas que son designadas por el sindicato para participar en la comisión o consejo de administración correspondiente. De esta manera, representantes de los sindicatos pertenecían a los consejos de administración de las quebradas Cajas de Ahorros y siguen formando parte de los consejos de los entes públicos titulares de las televisiones y radios públicas, los entes del sector empresarial y fundacional público estatal, autonómico o local, los órganos que controlan el fondo de pensiones de los funcionarios públicos, de la Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales, entre muchas instituciones.
Atención especial merece el papel que para los sindicatos más representativos supone su participación en la gestión de los recursos recaudados a los trabajadores y empresarios bajo el concepto de "formación profesional". La cuota de formación profesional es el resultado de aplicar el tipo de 0,70% a la base de cotización por contingencias profesionales a la Seguridad Social. De esta 0,70%, un 0,1% es la parte que se detrae de la nómina del trabajador y un 0,60% es la parte que soportales empresa. Una parte importante de la recaudación es gestionado perla llamada Fundación Tripartita para la Formación en el Empleo, en la que participan el Ministerio de Trabajo e Inmigración por la Administración, la CEOE y CEPYME como representantes de la empresa y CCOO, UGT y CIG como organizaciones sindicales más representativas. La manera como se gestionan estos fondos ha sido hasta tiempos recientes muy opaca y, de hecho, en la página web institucional, los últimos datos ofrecidos se refieren al año 2008. Por otra parte, el Servicio Público de Empleo Estatal, distribuye directamente entre las centrales sindicales mayoritarias millones de euros con este fin. También las consejerías de trabajo de las comunidades autónomas, en desarrollo de sus políticas activas de empleo, los adjudican numerosos recursos para este fin. El control financiero sobre la forma en que estos fondos se aplican a la organización de cursos difiere de unas comunidades a otras, pero ha sido históricamente escaso y el control de calidad sobre el nivel de la enseñanza impartida en ellos y la cualificación de los ponentes que las imparten muchas veces es inexistente.
Y estos son los que han convocado la huelga de hoy y otras, sanguijuelas del dinero público y expertos en trabajar poco. En cada Empresa donde hay enlaces sindicales, podéis estar seguro de que estos son los más vagos de todos los trabajadores.

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