EL SÍNDROME DE NAPOLEÓN


No es inteligente, no es brillante, no es demócrata, ni tiene carisma. Si es un criminal de Guerra, si es soberbio, si es un mentiroso compulsivo, si es cierto que está enfermo, padece el síndrome de Napoleón, y un psiquiatra no le iría mal, por lo tanto no está capacitado para gobernar ni representar nada ninguna parte, roza la psicopatía el marido de la peor y más ignorante y garrula alcaldesa que nunca haya tenido Madrid. El hombre que decía - el muy ignorante - que hablaba catalán en círculos íntimos, que se creía amigo de George W.Bush y pretendía incorporar España al G7, o sea G8, quizás era o se creía amigo porque el otro que roza el border line era de su mismo nivel. Este es el hombrecillo que cuenta la historia como un idiota lleno de ira y de furia, pero no tiene suficiente tamaño para ser un personaje de Shakespeare, más bien lo sería de un sainete de los hermanos Quintero.
No volverá a presentarse, no puede y lo sabe - aunque esté 'Trabajando en ello' -, ni podrá poner los pies en el rancho de Bush sobre la mesa, el hombrecillo que es el padre de la crisis actual en liberalizar el suelo y propiciar la burbuja inmobiliaria.
Su aparición en TV fue un acto de vanidad, venganza y falsedad, sabe mucho más de la trama Gurtel de lo que dice. Miente en los hitos que según él logró y ha perdido el norte. La boda excesiva de la niña reunió a la flor y nata de su partido. La mayoría han pasado de sospechosos habituales a imputados habituales. Podéis estar bien seguros de que os estoy diciendo la verdad.
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