El encierro de inmigrantes en la iglesia de Sant Bernat Calbó del Poblenou (Barcelona), que comenzó el miércoles al mediodía tras el desalojo del asentamiento de la calle Puigcerdà, está más cerca del final. Ayer el Ayuntamiento de Barcelona aceptó ampliar el dispositivo especial de atención para incluir los desalojados que no se acogieron mismo miércoles. Los organizadores del encierro comenzaron a elaborar una lista de afectados, que tenían previsto presentar en el Ayuntamiento hoy mismo.
Parece pues que el Ayuntamiento ha acabado poniendo manos a la obra para solucionar el problema que él mismo había creado. Si tenemos una gente que ahora no nos interesa, una mano de obra barata parada y sin recursos, no podemos dejarlos abandonados a su desdicha, en algún lugar tienen que malvivir, y una nave okupada no es el mejor, pero es un lugar donde dormir fuera del raso.
No deja de ser curioso las dificultades de tipo legal que hay para desalojar una casa que es tuya y que ha sido ocupada por okupas blancos, mientras que esta nave abandonada que ocupaban los senegaleses negros fue desalojada por los mossos con un aparato de agentes exagerado sin ningún problema legal.
Se ve que no es igual ser okupa blanco que negro, incluso en esto hay diferencias.

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