Un libro de cuentos de Quim Monzó se titulaba Mil cretinos, y diría que se quedaba corto. Hay muchos más por lo que leo y escucho. Por ejemplo las informaciones que se dan sobre la malnutrición a raíz del informe del Defensor del Pueblo en que hablaba de 50.000 niños en Cataluña, desnutridos, o sea que pasaban hambre, aunque después ya se empezó a hablar de niños malnutridos.
Le ha tenido que enmendar la plana el Colegio de Médicos, mejor dicho, la Sociedad Catalana de Pediatría, explicando que si los niños o muchos niños de nuestra casa están malnutridos, son sobre todo los hijos de inmigrantes marroquíes o sudamericanos que no siguen la dieta mediterránea - otra tontería - pues la dieta Mediterránea la sigue en la práctica muy poca gente. A santo de que sino los MacDonald's y similares, estarían rebosantes de niños y jóvenes a los que les gusta este tipo de comida que nada tiene de mediterránea.
Supongo que los de mi generación (los nacidos en el 45) estaban todos malnutridos, ya que aparte de no seguir la dieta mediterránea, los de secano, poco probábamos el pescado, y no demasiado la carne, mucho grano, cocido, pan y embutido, así como verdura, y sobre todo apenas pastillas y ni pensar nada de tomar antibióticos, que aquí si que hay un problema grave del que nadie habla, de cómo se está atiborrando de medicamentos a los niños.

Desde que el defensor del pueblo dio a conocer su informe, ha habido muchas reacciones de los opinadores que han tirado la mayoría de demagogia bastante burda aplicando una serie de clichés clásicos al uso sobre el tema, desde el desconocimiento y la patente ignorancia que les suele acompañar en general.
En cuanto a los políticos, en su línea miserable de fuego abierto contra el Gobierno agarrándose a lo que sea, ahora resulta que hay que detenerlo todo para que el Gobierno comparezca en el Parlamento (lo hará a finales de agosto), y lo que es más triste, lo que da más rabia, es que ya sabemos de antemano que dirán los unos y otros, y a los niños que les den por el saco que ni a unos ni a otros les importan un bledo.
Nos podrían hacer un favor a bastantes, e irse unos y otros de vacaciones, al menos nos dejarían tranquilos y no deberíamos soportar su estulticia.