¿Cambias de manera de pensar?, cosas que antes las veías de una manera, ahora las contemplas de otra, a veces radicalmente opuesta. ¡Vas bien!. El hecho de ser fiel a sí mismo, no necesariamente hay que aplicarlo taxativamente, a veces hay que traicionarse a uno mismo, pues los conceptos de ética y, sobre todo de moral evolucionan constantemente. Lo preocupante es aquel o aquellos que opinan siempre lo mismo, sin apartarse un ápice de su guión preestablecido, que siguen con una constante tozudez. Suelen ser aquellos que cuando les ves la cara, te los puedes imaginar con la misma y la pose que tenian en la foto de la primera comunión .
Pensaba en esto a raíz de un comentario de un compañero sobre un escrito que publiqué anteayer de Chambert . Cuando el pensamiento de alguien de hace doscientos años - en el caso del moralista francés - sigue vigente, o el de los filósofos griegos hace más de dos mil años, podría ser vàlido hoy mismo, quiere decir que no se trata de ver las cosas de una manera u otra, sino que nuestra evolución ética apenas ha cambiado en estos lapsos de tiempo. Y eso sí que es preocupante, porque quiere decir que en tanto tiempo no hemos evolucinado nada, que en el mejor de los casos, algunos homínidos, de vez en cuando son capaces de ver las cosas de otra manera, pero incapaces de evolucionar en lo que es fundamental.
es saludable ser de mente abierta, sobre todo en la evolución que vivimos (gozando o padeciendo)
ResponderEliminarno obstante hay que cuidarse de aquellos que fariseamente nos hablan de "cada cual tiene su verdad", pero es que la verdad es una, solo una, todo lo demás es remedo o mentira; también de los que ahora mismo se dicen izquierdistas pragmáticos, eso no existe, eso es jugarle una mala pasada a los votantes, los izquierdistas se ganaron una posición en ética política, analizando y actuando, no actuando solamente
Temo también a los que pregonan la paz, vigilándome, amenazándome con misiles o rodeando mi casa con aviones sin piloto
¡pucha!
si da para hablar
mejor aquí dejamos
un abrazo