Cuenta Porfiro que Plotino tenía el don de leer en las almas. Un
día, sin más preámbulo, le dijo a su discípulo, muy sorprendido, que
no intentara matarse y que emprendiera mejor un viaje. Porfirio partió
para Sicilia: allí se curó de su melancolía, pero, agrega lleno de pesar,
no asistió a la muerte de su maestro ocurrida durante su ausencia.
Hace tiempo que los filósofos no leen en las almas. No es su oficio,
se dirá. Es posible. Pero entonces no debe sorprendernos que ya no
nos interese. ME.CIORAN
vaya, detesto leer las almas, me gustan los buenos libros, las buenas historias, la buena gente, ¡jamás leería un alma como la del ex Juan Carlos, matador de osos drogados!!
ResponderEliminarsaludos
quizás haya quien no tenga alma, por ejemplo los cazadores.
ResponderEliminarsalut