No se por qué. Seguramente por haber alcanzado un buen grado de saturación: de saturación de... de todo esto, no es necesario especificarlo. Pero es el caso que me entran unas ganas violentas de escribir un poema que comience así:
Oh, Señor, envíanos ya los bárbaros!
No nos los haga merecer más.
Reflexionaba Fuster a este respecto. No sé, pero diría que los bárbaros que él se refería eran los nuestros, no el Islam. Lo digo porque más adelante lo remacha: El mal de Europa es que todavía hay millones de jacobinos por civilizar, y este es realmente el problema de este balneario decadente en que se ha transformado Europa.
ves España, ves Europa, lamentas su decadencia, en fin, sus claroscuros
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mira las américas, áfrica, medio oriente, asia
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el hombre tiene dos caminos, la barbarie si sigue creyendo que evoluciona dentro del mercantilismo y el acopio de superganancias para pocos y hambre para muchos o...
dice ¡Basta! y vuelve a la tierra, a lo natural, a la familia, al trabajo, al amor
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un abrazo
a eso habría que volver OMAR, a la vida sencilla y austera pero es ya muy complicado, cuesta mucho desprenderse de todo lo superfluo, de todo lo banal.
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