La candidata del Pp a la alcaldía de Madrid Esperanza Aguirre y Gil de Biedma, dice que no quiere que haya gente que duerma en las calles de Madrid porque espantan a los turistas. Dice también que en el centro de Madrid la queja principal de los vecinos es por los que duermen en la calle y asegura que en su mayoría son extranjeros, aspecto que seria interesante averiguar como lo sabe.

Asegura Doña Esperanza a los que duermen al raso de vivir bien y de formar parte de mafias, por lo que cree que hay que apartarlos de la vista de sus potenciales votantes y expulsarlos del centro. A la candidata no le importa, por lo que dice, que esa gente viva mal, en la penuria, pasando frío y penalidades, ahogados en alcohol la mayoría para soportar su situación, o que no haya albergues suficientes para acogerlos; estas personas le molestan y le preocupan únicamente porque pueden impedir a los turistas viajar a Madrid y por qué esta actitud puede darle más que restarle votos.


No deberia sorprendernos la actitud de Doña Esperanza, además, tiene razón, los pobres, los desharrapados van sucios, huelen mal y hacen feo en una ciudad tan moderna y cosmopolita como Madrid. Tambien deberian expulsar de la villa y corte a los que se peinan con litros de gomina, a los que comen bocata de calamares, o a los que andan en invierno con abrigos Loden y a los de las camisas blancas con el cuello azul celeste y corbata a rayas; por supuestísimo a Pepe Oneto y su inseparable y horrendo flequillo, a Eduardo Inda y unos cuantos más de su ralea, por rancios intransigentes e ignorantes. 
Tambien se deberia expulsar al Oso y al madroño por ser feo y pequeño el monumento, no confundir con Bobo y Pequeño que es un establecimiento de toda la vida.
La lista podria ser más larga e incluir a todos los que no sean lo suficientemente guapos y guapas, no sea que los turistas no vayan a MADRID, que todo es para preservar este turismo que luego dicen que no deja ni cinco y que es de alpargata y botijo.

Volviendo al principio, sobre los que duermen en la calle o en los cajeros, lástima que no este entre nosotros Jesús Gil y Gil y tal y tal, este señor en Marbella este problema lo solucionó rápido, recogió a todos estos desharrapados, los metió en la caja de un camión del ayuntamiento y los descargó en los pueblos vecinos y aún debieron de darle las gracias, podía haberlos gaseado.

El discurso de Esperanza Aguirre es el discurso de Esperanza Aguirre que es lo que se puede esperar de Esperanza Aguirre, y en este sentido no engaña a nadie.