Hoy hace quince años del asesinato por parte de Eta del señor Ernest Lluch, lo recordaran hoy las radios y diarios - creo -, en este caso el tiempo no ha borrado el recuerdo del dirigente socialista asesinado por ETA, al menos para mí .
Lo recuerdo perfectamente, eran las seis menos cinco de la mañana cuando al encender la radio del coche me enteré. Recuerdo también como si fuera ayer las palabras de Gemma Nierga pidiendo diálogo al terminar la gran manifestación de Barcelona, ​​y le hicieron caso, salvo los de siempre que la criticaron en ese momento y pusieron todas las zancadillas que pudieran al proceso de diálogo con la banda terrorista.
Son ellos, los mezquinos, los miserables, los que lo anteponen a sus intereses a pesar de lo que les vale todo con tal de alcanzar el poder. No era de estos Ernest Lluch, por eso le mataron.
Él hablaba de diálogo, de compromiso, de generosidad y esto a ambos lados del conflicto hay una serie de siniestros personajes que no les interesaba ni les interesa aún a día de hoy, aunque el proceso etarra esté mortecino. 
Veo a menudo el pequeño homenaje a la memoria de Ernest Lluch en forma de placa en el Parc Catalunya de Sabadell, estaba solo bajo un árbol, pero ahora le han cercado y a su lado hay un parque infantil para los niños, con tirolina incluida. 
Quizás algún día un niño preguntará a su padre o madre, quien era este señor, espero se acuerden y le expliquen que hay gente que pierde la vida por buscar la paz y el entendimiento entre los pueblos. Es por eso que no hay que olvidar a Ernest Lluch y mantener vivo su recuerdo.