Se trata de ser o no ser, esa es la cuestión, como decía Hamlet. Y no es exactamente una cuestión de nombres. Soy partidario de una utopía política sin banderas, sin himnos y sin vivas: partidario de una política sin ingredientes irracionales. Momentáneamente, las cuatro barras, allí donde sean proferidas, serán una manifestación de ira histórica y actual. O una alegría fantasiosa e histórica de futuro. Y es que después de tantos meses seguidos de sembrar vientos, no seria nada improbable cosechar tempestades.
Cruda Amarilli
-
Claudio Monteverdi (1567- 1643)
Giovanni Maria Artusi (1540-1613) nunca quiso pronunciar el nombre de
Claudio Monteverdi (1567-1643). Estaba anclado e...
0 Comentarios