Extracto de la agenda del teniente coronel Mervin Willett Gonin DSO, que fué uno de los primeros soldados britànicos en liberar el campo de concentración de Bergen-Belsen el 1945.

"Puedo dar una descripción adecuada del campo de horror en el que mis hombres y yo fuimos a pasar el próximo mes de nuestras vidas. Era sólo un desierto estéril, tan desnudo como un gallinero. Los cadáveres estaban por todas partes, algunos en pilas enormes, a veces solos o en parejas allí donde habían caído. llevó un poco de tiempo para acostumbrarse a ver hombres, mujeres y niños colapsados, ya que entrábamos para ayudarles a ellos, pero era complicado. un debía acostumbrarse en principio a la idea de que el individuo simplemente no contaba. un sabía que quinientos un día se estaban muriendo y que quinientos al día morirían durante semanas antes de que lo pudiéramos hacer tuviera el más mínimo efecto. Es, era ...., no es fácil ver a un niño asfixiarse hasta morir de difteria cuando se sabía que una traqueotomía o la enfermería le salvaría, uno veía a las mujeres ahogándose en su propio vómito porque eran demasiado débiles para retornarlo, y los hombres comiendo gusanos, pudiendo coger media barra de pan, sólo porque tenían que comer gusanos para vivir y ahora apenas podían notar ya la diferencia. 
Los montones de cadáveres, desnudos y obscenos, con una mujer demasiado débil para ponerse a sí misma de espaldas a ellos mientras cocinaba la comida que le había dado sobre un fuego abierto; hombres y mujeres abiertos de piernas en cualquier lugar al aire libre haciendo sus necesidades por la disentería que les recorría las entrañas, una mujer en pie desnuda, se lavaba con un poco de jabón en el agua de un tanque en el que flotaban los restos de un niño.
Fue poco después de la llegada de la Cruz Roja Británica, aunque no puede tener ninguna conexión, que una gran cantidad de lápiz labial llegó. Esto no era en absoluto lo que nosotros queríamos, estábamos pidiendo cientos y miles de otras cosas y no sabemos quien pidió lápiz de labios. Deseo tanto descubrir quién lo hizo, fue la acción de un genio, brillantez pura no adulterada. Creo que nada hizo más por esos internados que el lápiz de labios. Las mujeres estaban en la cama sin sábanas ni camisón pero con los labios rojo escarlata, las veías vagar por ahí sin nada más que una manta sobre sus hombros, pero con los labios rojo escarlata. Vi una mujer muerta en la mesa post mortem, y en su mano cogía un trozo de barra de labios. Por fin alguien había hecho algo para que fueran personas de nuevo, que se consideraran alguien, no sólo un simple número tatuado en el brazo. Por fin podían tener un interés en su apariencia. 
Este lápiz de labios les empezó a devolver su humanidad. "

Este texto se encuentra en la página web del artista de graffiti Banksy