Un anuncio empieza con una actriz porno (Amarna Miller) diciendo: "Nací en un país hipócrita donde la misma gente que me llama puta se hace pajas con mis vídeos".
El Saló Eròtic de Bar­celona  empezó ayer, però el espot publicitario ya ha recibido más de tres milions de visitas en Youtube

El vídeo 
que sirve para promocionar el salón Erótico de Barcelona, ​​ha creado controversia, lo que dice són verdades como puños, pero las redes sociales se han escandalizado, de hecho las redes sociales arden a menudo y por poco tiempo. Hay quien considera que este anuncio es hipócrita por el hecho de criticar lo que ellos mismos hacen. Otros echan de menos alguna crítica a la violencia de género o el machismo y les sorprende que el salón esté patrocinado por una casa de putas.
De entrada las actrices porno no son putas, ¿y que si lo fueran?, aquí el problema radica en que el papel de la puta ha cambiado con el paso del tiempo, antes en cierto modo cumplía una labor social de aprendizaje sexual de los jóvenes; la imagen de un padre llevándose a su hijo de putas era antes bastante frecuente, no es sólo de película, y también estaba la Teresa a la hora de la iniciación, pero esa es otra historia.

Que la publicidad y sus eslóganes son un arma de doble filo, se sabe (Otan de entrada NO), al PSOE le ha pasado algo parecido, y no es la primera vez (recuerden el apoyaré ...... de ZP) aunque aquí no hay ya ni la erótica del poder, sino golpistas y cabos chusqueros, de hecho sólo les falta la cabra. Crearon conscientemente o no, un eslogan que resultó muy ingenioso. No es No. Un eslogan que lo han acabado reinterpretando o algunos no lo hemos entendido bien, o quizás al coincidir con el de las feministas contra las agresiones machistas, se han acabado haciendo un lío. En resumen, el no es no, no era a Rajoy, en realidad, era un no a Pedro Sánchez y a sus propios militantes y un ejemplo clarísimo de doble moral. No es no, ha acabado siendo un alomojó de Zaplana.
Les ha pasado que querían ser modernos y creativos, pero no tanto. Tiene razón Amarna Miller, vivimos en un país asquerosamente hipócrita, y añadiría ..., fariseo, cobarde y lleno de falsos y rancios modernillos.