SALUDAD A MARIA


Mañana se celebra en toda España e incluso en los ayuntamientos de la CUP, la fiesta del dogma de la Inmaculada Concepción. También conocido como Purísima Concepción, es una creencia del catolicismo que sostiene que María, a diferencia de todos los demás seres humanos, no fue afectada por el pecado original sino que, desde el primer instante de su concepción, estuvo libre de todo pecado. No se debe confundir esta doctrina con la doctrina de la maternidad virginal de María, que sostiene que Jesús fue concebido sin intervención de varón y que María permaneció virgen antes, durante y después del embarazo.

Al desarrollar la doctrina de la Inmaculada Concepción, la Iglesia Católica contempla la posición especial de María por ser madre de Cristo, y sostiene que Dios preservó a María de todo pecado y, aún más, libre de toda mancha o efecto del pecado original , que debía transmitir a todos los hombres por ser descendientes de Adán y Eva, en atención a que iba a ser la madre de Jesús, que es también Dios. La doctrina reafirma con la expresión «llena de gracia» (Gratia Plena) contenida en el saludo del arcángel Gabriel (Lc. 1,28), y recogida en la oración del Ave María, este aspecto de ser libre de pecado por la gracia de Dios.

¡Madre del amor hermoso! y esta fábula hace más dos dos mil años que dura, e incluso los hay que hacen ver que se la creen, por interés, claro, no por fe, porque hay cosas que no se pueden creer ni haciendo un acto de fe muy grande, porque de hecho más que una fábula, toda esta historia de la Virginidad inmaculada de María es una absurdidad increìble, por cierto, que por las partes de un soldado romano disfrazado de paloma es por donde debía bajar el espíritu Santo para inseminar a María. Saludad a Maria si la veis mañana, lo que es tan imposible como su inmaculada virginidad.

Es realmente inconcebible que en pleno siglo XXI todavía se sustenten estas historias fantásticas que se solían contar al calor de la lumbre y que alguien se las crea, aunque también es una fábula la historia de que la Iglesia Católica no paga el IBI de sus inmuebles afanados o adquiridos sospechosamente, ellos, esto nunca lo harían.

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