DECEPCIONES

Todo lo que me opone al mundo me es consustancial. La experiencia me ha enseñado pocas cosas. Las decepciones me han precedido siempre, nos dice Cioran. Posiblemente porque en lo personal, lo que más nos decepciona es el hecho que, a pesar de años acumulando errores, nos cuesta reconocer estos y además seguimos insistiendo en ellos con una perseverancia loable, a pesar de reconocer que una de las cosas que más nos molestan, que más nos decepcionan, es ver los propios defectos reflejados en las personas que más queremos. Y es que engañarse uno mismo, que lo hacemos a menudo, es una manera de justificar estas carencias y errores propios casi nunca admitidos, pues la culpa siempre se la damos a los demás o a las circunstancias. Y así nos va.