No hemos pasado de un mundo bipolar a otro multipolar como explican los think tanks neoliberales, estamos ante un mundo apolar: no hay polos en la uniformidad global. - un cuento chino - Miquel Roig

... Aquí, a pocos pasos, en Prato, un tradicional centro de fabricación y diseño de moda situado en la Toscana, se ha convertido no sólo en centro de importación de ropa desde China, sino en un centro de producción chino. Inmigrantes clandestinos chinos llegan constantemente a Italia para trabajar en los miles de talleres de la ciudad –regenteados también por empresarios chinos–, que permiten producir primeras marcas Made in Italy con salarios asiáticos. Según la BBC, en Prato hay hoy alrededor de veinticinco mil personas de origen chino trabajando por salarios muy por debajo de sus homólogos italianos. A tres dólares la hora, o unos doscientos dólares por la producción de veinte vestidos, los estándares de calidad de los artículos, por supuesto, son mínimos y están lejos de los exigibles a un buen trabajo artesanal, aunque la etiqueta los identifique con una marca y una denominación de origen Premium.