Han pasado casi 20 años desde que Josep Lluís Carod-Rovira habló por primera vez de las mordidas de Convergencia. Fue en 1998. Siete años después, también en sede parlamentaria, fue cuando Pasqual Maragall habló explícitamente del 3%. Lo dijo y luego lo retiró ante un airado Mas. Desde entonces, las investigaciones, las imputaciones y las especulaciones se han ido sucediendo.
Dicen los del PDcat que no es casual la intervención de la Guardia Civil de ayer, siguiendo las órdenes del juzgado de El Vendrell. Posiblemente no lo sea, y tenga que ver con el juicio del lunes a Mas, Rigau y Ortega, juicio del que no entiendo la mobilización ciudadana orquestada para apoyarlos, que más bien parece un escrache. 
La duda está en si tiene que ver con una manipulación de la información de las irregularidades de CDC por parte del Estado, o en que simplemente se ha acabado la protección de este Estado hacia la antigua CDC, a raíz de su deriva independentista. Recuerdo las palabras que dijo un alto cargo: tenemos un enemigo que tiene información grave contra nosotros y la utilizará como y cuando le convenga. Son las reglas no escritas del juego sucio de la política.


La respuesta de Mas a Maragall, puesto que miente, para mí ya lo dejó inhabilitado para ejercer un cargo oficial político. Más hace ver que se enfada con Maragall ante la acusación de corrupción por el 3%, y lo niega, sabiendo que es cierta, por lo tanto miente ....