Se tu mismo, decia un clàsico, que los humanistas han ido repitiendo como consigna a lo largo del tiempo. Que remedio nos queda, habrá que intentar eso, ser nosotros mismos, ser lo que somos, de todos modos, ¿acaso podemos ser otra cosa?. Aunque, puesto que se inventó la hipocresia, podriamos aprovecharlo y aparentar ser otro, aunque fuera sólo en apariencia. Los políticos saben mucho de esto, aunque deberíamos tener presente que las apariencias no engañan, sólo son eso, apariencias. Quizás sea por eso que ya hace tiempo que los políticos no consiguen engañarnos, aunque ellos crean que si.