Supongo que será por el tiempo o por que todo ya está dicho, la cuestión es que estoy dentro de un bucle, un callejón sin salida donde todo se va repitiendo, hasta que llega un momento en que no sabes de que hablar o que escribir; cierto es que no hay ninguna obligación de publicar todos los días, pero es que si se hubieran de publicar sólo artículos interesantes habría muy pocos, todo es un deja vu, aunque a veces todavía hay lugar para la sorpresa, quien se podía imaginar que una Madre superior comprara o comprase misales en Andorra. Esto si que es una madre superiora. Ay, como es la gente a la hora de criticar, si la señora Marta Ferrusola es muy de misa y compra misales qué de malo hay en ello. Lo que pasa es que no debía ir a costura a aprender de letra como la otro Madre, la de Dios.

Hasta diez faltas de ortografía en un texto tan breve