Omaira Perdomo puede convertirse en la primera persona transsexual a competir en primera división de un deporte olímpico en Espanya, el voleibol. Reclama una mayor visibilización de las personas trans en todos los ámbitos: "Yo no me he sentido identificada porque nadie influyente era como yo", asegura. 

La petición de Omaira parece razonable, una vez redefinida su sexualidad tiene derecho a practicar el deporte con ella. Claro, que esto me lleva a reflexionar sobre otra cuestión: Si hablamos de igualdad entre hombres y mujeres, ¿por que en el deporte hay separación?. Ayer se jugó la final de Wimbledon de mujeres, con una Garbiñe Muguruza estelar que ganaría a muchos hombres, y hoy se jugará la final de hombres. Esto es discriminación, ¡machismo! como cuando a niñas que juegan muy bien al fútbol no las dejan participar con niños en las categorías inferiores. La ùnica mujer que recuerdo se enfrentó a un hombre en un partido de tenis y no era de competición fue Martina Navratilova.
Dicho esto, creo que sería este estado el razonable y correcto para evitar diferencias entre hombres y mujeres y aplicable a todos los deportes, hay mujeres que la tocan muy bien en fútbol, ​​y hombres como Douglas, el todavía jugador del Barça. Eso si, también las percepciones salariales deberían estar equiparadas, no gana igual una tenista de élite que un tenista macho del gran slam, y no hablemos ya de las chicas de élite del fútbol que cobran una miseria comparados con los cracks machos. Mejor sin embargo, que este aspecto se comenzara a igualar en el ámbito laboral a todos los niveles, que es más urgente e importante.