MIS DUDAS ANTE EL REFERÉNDUM


Pasa a veces, tenía un escrito preparado para hoy sobre el referéndum que se parecía tanto en el contenido al de Évole, que mejor pongo el de él en la contra de 'el periódico' de hoy lunes.

Vivimos entre el inmovilismo desesperante del Gobierno y las urgencias arriesgadas de un sector del independentismo. - @jordievole.

En las últimas semanas he recibido algunas invitaciones del mundo independentista para que me posicione públicamente a favor de ir a votar el 1 de octubre, aunque mi voto sea 'no'. Ya he dicho que estoy a favor de un referéndum vinculante, acordado entre los del 'sí' y los del 'no', con una campaña pedagógica, donde haya debates televisados, para llegar a un resultado que, sea cual sea, todos aceptemos.

Creo que esas condiciones no se cumplirán el 1 de octubre. Dudo que haya campaña a favor del 'no'. Dudo que haya debates electorales donde participen los líderes del 'sí' y los del 'no'. Por tanto, dudo que sea un referéndum “como siempre”.

RESULTADO ENGAÑOSO

Y los independentistas dirán: “¿Y a mi qué? ¿Me tengo que esperar a que haya un Gobierno en España que me haga caso? ¿Y cuándo pasará eso, en el 2097?”. Y tienen razón. Pero la alternativa al quietismo del PP es aceptar un referéndum que, desde mi punto de vista, tendrá un resultado engañoso, porque una parte representativa de la población catalana no se siente llamada a las urnas en esas condiciones. Seguro que será una gran movilización de los del 'sí'. Igual hasta excesiva para sus propios intereses.

El gran temor independentista es paradójico: que el 1-O se llegue a celebrar y que la victoria del sí sea aplastante, de un 75 a 25. Saben perfectamente que ese resultado no refleja la realidad catalana. Por eso ahora están en plena seducción de los del 'no'. Por el interés te quiero Andrés. ¿Creen que si viesen peligrar la victoria del 'sí' llamarían con tanta insistencia a participar a los del 'no'?

Los que nos hemos posicionado a favor del referéndum acordado y en contra de la independencia hemos pillado bastante (bueno, quizá uno de los defectos del 'procés' es que ha pillado casi todo el mundo). Pillar del nacionalismo español lo teníamos asumido. Pero la reacción de algunos sectores del independentismo ante planteamientos que no eran los suyos ha sido muy poco inteligente. A veces se han parecido bastante a los nacionalistas españoles. Cuando se han sentido dueños del centro del campo (eso lo han conseguido y tiene mucho mérito), creo que algunos 'indepes' se han pasado de frenada, y así te lo reconocen muchos otros independentistas en 'petit' comité.

JUGAR SU JUEGO

Ahora nos encontramos ante una partida cuyas normas han escrito ellos, las han aprobado ellos, las han presentado ellos, se las han aplaudido ellos, y ahora nos piden que el 1 de octubre vayamos a jugar a su juego, que mola mucho, y que si no vas pues que debe ser que no eres demócrata. Hombre, que quieren que les diga, pero muy seductor no es el planteamiento.


Vivimos entre el inmovilismo desesperante del Gobierno español y las urgencias arriesgadas de un sector del independentismo que se ha aplicado una máxima que es “ahora o nunca”. Y creo que la solución a esas posiciones tan encontradas no va a ser el hipotético referéndum del 1 de octubre. 

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