Recuerdo el prólogo de "Los intereses creados" de Don Jacinto Benavente, que he citado en más de una ocasión:

“He aquí el tinglado de la antigua farsa que alivió en posadas aldeanas el cansancio de los trajinantes, la que embobó en las plazas de humildes lugares a los simples villanos”, gentes de variopinta condición y donde los “pobretes” se divierten al ver sonreír a los poderosos “tranquilizada su  conciencia con pensar: ¡también los pobres ríen!”…

 ... Pero me cuesta recordar los detalles de "La Ciudad Alegre y Confiada", que sólo recuerdo en lo principal que nos afecta a los ciudadanos de nuestro país y que tiene un claro paralelismo con la situación que estamos viviendo producto de los hechos que últimamente se han convertido. Creo que sólo leyendo el argumento nos entenderemos:

 "Los gobernantes de una ciudad se enfrentan a una grave decisión ante los problemas que se avecinan: Pactar con la República de Venecia o declarar la guerra. Finalmente toman la decisión equivocada, mientras los habitantes, confiados, continúan con su vida habitual a la certeza de la sabiduría de aquellos que los gobiernan."

Nos hemos entendido, ¿verdad?