"El mundo se divide en tres categorías de gente: Un muy pequeño número que produce acontecimientos, un grupo un poco más grande que asegura la ejecución y mira como acontecen, y por fin una amplia mayoría de no sabe nunca lo que ha ocurrido en realidad." Nicholas Murray Butler

El elemento primordial del control social, es la estrategia de la distracción consistente en desviar la atención del público de los problemas importantes y de las mutaciones decididas por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación continua de distracciones y de informaciones insignificantes.
La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público de interesarse a conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y de la cibernética "Mantener la atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener el publico ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a la granja con los otros animales." (cita del texto "Armas silenciosas para guerras tranquilas")

La televisión, arma de desinformación masiva. 

“El principio de base de la censura moderna consiste en inundar las informaciones esenciales con un diluvio de noticias insignificantes difundidas por una multitud de medios de comunicación social con contenidos similares. Esto permite a la nueva censura de tener todas las apariencias de la pluralidad y de la democracia. Esta estrategia del entretenimiento y distracción se aplica en primer lugar a los noticieros televisados, principal fuente de información pública.”
Actualmente los telediarios apenas contienen información ni noticias relevantes, sino que la mayor parte del tiempo emiten reportajes anecdóticos, de hechos diversos y eventos intrascendentes más propios de un magazine televisado que de una agencia de noticias. Para la mayoría de televidentes que se disponen a ver el telediario, lo que se ve es lo que pasa.

Ley de mercado (share)

Según esta estrategia argumental, no existirían informaciones ni análisis sobre cuestiones verdaderamente importantes, con su debido tiempo y con especialistas sobre el tema, porque el público no lo pide (sic).
Así, en vez de financiar programas de investigación o crear mesas de debates de
expertos sobre temas de importancia, se vuelcan en shows patéticos y programas de revista de hechos diversos, convirtiendo los telediarios en una mezcla de ambos. Si analizan cualquier telediario, verán que la mayoría de noticias son simples semblanzas sobre un hecho sin análisis ni investigación o lo que es peor, reportajes pintorescos, noticias de deportes, publicidad subliminal sobre alguna película o nuevo cantante etc… Es la estrategia de la distracción. - http://urioste.wordpress.com/