Para comprender la visión del filósofo Daniel Innerarity, del que publicaba un escrito ayer dentro de el libro 'Política para perplejos'  habría que empezar por el principio, por: EL FINAL DE LAS CERTEZAS - "Que nos han abandonado algunas certezas es algo que puede comprobarse comparando nuestras previsiones y lo que realmente ha sucedido: o si consideramos la seguridad de la que han disfrutado muchas generaciones y civilizaciones menos informadas que la nuestra, con una tradición más rígida que compensaba la escasez de libertad con una orientación aplastante. Cuando uno está bien equipado en cuanto a la certidumbre corre el riesgo de acabar en el fanatismo; el riesgo mayor de quien está perplejo es ajustarse a lo políticamente correcto y poco más. También hay desconcierto en relación con qué debemos hacer con aquello poco de lo que estamos seguros; hay incertidumbre teórica y también incertidumbre de la voluntad: apenas conocemos la realidad y tampoco sabemos muy bien si es algo a lo que hay que adaptarse o que debe combatirse. Hechos, teorías, relatos y expectativas tienden a mezclarse y generar confusión. ¿Qué tienen en común la llamada posverdad, el desprecio hacia los hechos y la facilidad con que nos rendimos a las teorías conspirativas cuyo principal defecto es que explican demasiado? Todo ello delata lo desconcertados que estamos, algunos más que otros, no tanto porque sepan menos, sino porque, como en el caso de las élites, se supone que tienen mayores posibilidades y responsabilidad de saber más. Si el viejo Aristóteles sigue teniendo razón y es verdad aquello de que los humanos deseamos saber, no hemos cejado en nuestro combate contra la perplejidad y a ello responden algunos de nuestros inventos para recuperar la  certeza, como el periodismo, el cálculo o la medición de la sociedad, en los que se refleja la grandeza de nuestro empeño y su limitación."