España acogerá a 60 migrantes del ‘Aquarius’ tras alcanzar un acuerdo de seis países. El pacto incluye a los 141 del barco humanitario y a 60 personas rescatadas el lunes por Malta, que le permitirá atracar. Francia recibirá otros 60 africanos y Portugal 30.

Cuando el Gobierno Español acogió a los inmigrantes del Aquarius rechazados por Italia, a Pedro Sánchez se le reprochó su populismo, incluso se dijo (falsamente) que habia ido al Puerto de Valencia a hacerse la foto. Pero, ha pasado un tiempo y el mismo barco ha lanzado una nueva llamada de socorro, esta vez con 141 migrantes. Y ya ha ocurrido, en efecto, la reacción de Sánchez ha sido mucho más tibia, aunque ya avisó en su dia que el caso del Aquarius era excepcional. ¿Fué el de Sánchez un gesto populista? Quizá fuera un gesto hipócrita, aunque no más hipócrita que su propia sociedad, que se escandaliza al contemplar el desamparo de personas aferradas a precarios botes a la deriva y, al mismo tiempo, rechaza más ayuda para su atención y recursos para los países de origen. Quizás peca de impostura, pero esos gestos también nos reconcilian con unos mínimos de humanidad que nos recuerdan que estos refugiados estaban condenados de no ser acogidos.
No hay recetas mágicas para la inmigración. Cuando se corta una ruta, se abre otra. Se financia a países como Marruecos o Turquía para que levanten un muro invisible, pero zarpan desde Libia, donde ni tan siquiera hay un gobierno al que comprar, sólo mafias incontrolables. Atender a los migrantes implica gastos, aunque también los necesitamos según dicen los sociólogos. En realidad, más que un efecto llamada, lo que hay es un efecto huida de la guerra y la miseria. Y aunque Pablo Casado y algun otro avisan de invasiones masivas (sin ningún dato veraz en la mano), la sociedad española (de momento) es bastante tolerante con la inmigración. Aun así, a la pregunta de cuál es el porcentaje de extranjeros que tenemos, la respuesta promedio es del 23%, cuando en realidad no llega al 10%. Veremos si aumenta este % como reacciona la ciudadanía, que ya ahora quiere acoger pero en la casa de otro. 
Jugar políticamente con esas percepciones exageradas como hacen el Partido Popular y C's sí que es demagogia y populismo de baja estofa.