Cada año en Catalunya celebramos nuestra fiesta nacional, 'LA DIADA' el día de una nación que no podemos tener, y lo hacemos el once de septiembre, el día de nuestra gran derrota. Nos hacemos el duro con el "bon cop de falç" y luego somos incapaces de ganar cualquier batalla. Tenemos el fossar de les Moreres como referencia y uno de los nombrados allí, según decía Josep Benet era indigno de estar entre los mártires, pero todavía está allí, del mismo modo que se rinde homenaje cada año a Rafael de Casanova, que no es el más merecedor de recibirlo y en cambio olvidamos al General Moragues que al menos luchó por su país y le arrebatarón la vida de forma indigna y cruel, y al que nuestra propia historia ha maltratado, relegando al olvido, mientras se homenajea Rafael de Casanova, que a los cuatro días de la derrota de 1714 ejercía de nuevo de abogado en Sant Boi de Llobregat donde estuvo ejerciendo hasta su muerte (natural).
Somos un país lleno de historiadores que no han sabido o no han querido, o no han podido contarnos nuestra historia verdadera, o quizás nosotros no la hemos querido escuchar, o eso parece, puesto que cada 11 de septiembre se continúa manteniendo el ritual equívoco, sin que nadie sea capaz de enmendarlo, y sinceramente no entiendo el porqué.