DEL EXILIO, PRESOS POLÍTICOS Y LAZOS

El supremacismo es una corriente de pensamiento racista que cree que la raza blanca, definida mediante criterios acientíficos, debería tener el control sobre las otras razas por razón de su "superioridad". Esta ideología tiene una fuerte presencia en los Estados Unidos de América, con grupos como Nación Aria, fundado por Richard Girnt Butler, o el Ku Klux Klan. El término se utiliza para describir una ideología política que perpetúa y mantiene la dominación social, política, histórica, cultural o industrial de las personas identificadas como de raza blanca. La ideología se pone de manifiesto históricamente en las estructuras sociopolíticas como la esclavitud, las leyes de segregación racial en el Sur de los Estados Unidos (las leyes Jim Crow) o del Apartheid en Sudáfrica. Las diferentes formas de supremacismo blanco, están basadas en las diferentes concepciones de quien es considerado blanco, y de cómo se definen las identidades de los otros grupos étnicos y culturales en oposición. Ergo, si Torra y compañía son supremacistas, el resto de españoles y catalanes somos negros, o quizás es que estamos negros, hartos del mal uso de las palabras que se hace por parte de unos y otros.
Lo digo por qué en catalán, un exiliado, es alguien que vive fuera de su patria voluntariamente o por fuerza, por tanto Puigdemont y los demás consejeros que están fuera del país son EXILIADOS, no huidos de la Justicia, pusto que estuvieron en la su disposición en Alemania, Escocia o Bruselas.
"Presos políticos" - El debate en torno al término "presos políticos" ha sido más complejo, dado que es un concepto que genera más controversia. Ha habido juristas que han defendido claramente (en manifiestos públicos, artículos, declaraciones o entrevistas) que los dirigentes y activistas encarcelados a raíz del referéndum del 1-O del 2017 son "presos políticos". Pero también ha habido otros juristas que han dicho lo contrario. Esto se explica porque la definición más actual del término, la que hizo el Consejo de Europa en 2012, es interpretable. De los cinco supuestos que permiten atribuir a una persona la condición de "preso político" según el Consejo de Europa, dos están en discusión permanente: que la duración de la detención o sus condiciones sean claramente desproporcionadas en relación con la infracción por la que la persona ha sido considerada culpable, o es sospechosa, y cuando "por motivos políticos, él o ella ha sido detenido de forma discriminatoria comparada con otras personas".
Aquí, tanto las resoluciones de las justicias belga, escocesa, alemana y suiza cuestionan la existencia de los delitos de rebelión y sedición, lo que ha provocado la retirada de todas las euroórdenes de detención por parte de la justicia española. Pero también es cierto que el delito de malversación, del que también se acusa algunos de los presos independentistas, no ha sido cuestionado por aquellas justicias europeas.
Sin embargo, también hay numerosos juristas, como el ex fiscal jefe de Cataluña, José María Mena, que aseguran que los presos independentistas "son presos políticos" para que los delitos de que se les acusa son políticos, incluida la malversación, ya que es una malversación vinculada a la rebelión. Pero es una discusión permanente, tanto dentro del mundo académico, como dentro del periodismo, ya que de la misma manera que hay medios internacionales -como The National, el independiente o El Observateur- que hablan de "political prisoners", también otros no lo hacen. ccma.cat
LAZOS AMARILLOS EN COREA DEL SUR
El lazo amarillo - La elección de este color y de este objeto obedece a razones simbólicas y también prácticas. En cuanto a utilidad, es un color fácil de ver y de reconocer, es el color de la ANC y además ya existía un emoticono en las redes sociales con el lazo amarillo que permitía hacer difusión de manera gráfica. En cuanto a las referencias históricas, se optó por este lazo porque ya en 1704, durante la Guerra de Sucesión, Felipe V prohibirlo. La razón es que en aquella época los partidarios de la casa del rey Borbón tenían el color azul como representativo de la casa real y los Austria, sus antagonistas, lucían lazos amarillos a los sombreros. Una vez se prohibieron, Felipe V llegó a fusilar decenas de catalanes por aquel símbolo.
El lazo amarillo también se ha utilizado en muchas otras ocasiones. Es el símbolo internacional de apoyo a los afectados de espina bífida y de endometriosis. Y la historia nos ha dejado imágenes que recuerdan mucho las que hemos visto en las calles de nuestro país. Por ejemplo, para apoyar a los soldados del ejército estadounidense en las guerras de Irak y de Afganistán y también durante la Guerra de Vietnam y la crisis de rehenes en la embajada estadounidense de Teherán de 1981. También en 2007 se utilizaron en un caso muy mediático: la desaparición de la niña inglesa Madeleine McCann. Y en 2014 se utilizaron en Corea del Sur por el naufragio de un barco que dejó más de 300 muertos. Aquel año, en Hong Kong el amarillo se convirtió en todo un símbolo de la llamada revolución de los paraguas, con 79 días de protestas reclamando más derechos para la ciudadanía.
Añadir sólo que si el lazo amarillo es un símbolo político como dicen Pp y C, s, quiere decir que su intención al reclamar la libertad de los presos, demuestra que estos son presos políticos y no políticos presos.
Y para terminar ... El nazismo fue una ideología de carácter totalitario que otorgaba central importancia al papel del Estado, que controlaba todos los órdenes de la vida, y que estaba representado en el liderazgo de un caudillo supremo, la misión era la de conducir al pueblo hacia su prosperidad económica y felicidad social. Lo que más se asemeja al nazismo si acaso no sería Puigdemont o Quim Torra, sino el Gobierno de José María Aznar.
Son tiempos difíciles y haríamos bien de emplear correctamente las palabras, porque si no banalizamos, el fascismo, el nazismo o el supremacismo, y creo que es un acto de irresposabilidad banal. Felones, que sois unos felones.

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