Las hojas ya fueron instaladas en 2005 tras varios asaltos masivos a finales de verano y principios de otoño, pero el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, anunció su retirada el año siguiente durante su visita a Melilla . Se las suprimió del lado español de la verja a principios de 2007. Las hojas provocan profundos cortes en las manos, piernas e incluso en la cara de los subsaharianos. ONG de derechos humanos criticaron entonces su instalación y al conocer que serán recolocadas este mes vuelven a expresar su rechazo. Amnistía Internacional ha sido la primera en hacerlo.
Ah! seguramente esta bestia y cruel normativa debe estar amparada por la sacrosanta constitución, que tan bien representaba Mariano 'Manos tijeras'. IU puso una denuncia en Estrasburgo, fieles a su lema: no comprometernos con nada y limitarnos al hecho impúdico del gesto. Cuando el resto de partidos, peor aún, se han limitado a hacerse el longuis. Y dicen que vivimos en un Estado democrático. Qué cara dura y qué vergüenza!. Marlaska, hace un año dijo que las quitarían a principios del 2019, porque así lo había decidido el Gobierno de Pedro Sanchez, pero las concertinas continúan segando dedos, ante la indiferencia de unos y otros. Ya saben que más tarde o más temprano Estrasburgo las hará quitar, pero a los defensores de la Patria y la sacrosanta constitución les da igual, ya hablaremos más adelante del tema.
Estas hojas traspasan los cuerpos de los subsaharianos, pero también las conciencias de quienes aún guardamos un poco en algún rincón de nuestra indiferencia.
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