Ningún nacionalismo es bueno, menos aún si está armado, y quizás el más nocivo sea el Español al no ser capaz de reconocerse como tal, y el catalán, aunque no es el caso (como se ha podido ver) no es diferente de los demás, que en este asunto no hay hecho diferencial que valga, y patrias y banderas lo único que arrastran tras de sí es frustración, odio, sangre, muertos y violencia. Un nacionalismo se irrita cuando siente la amenaza de otro nacionalismo, cuando percibe la ambición de este otro, y en este punto seguimos actualmente, anclados y sin posibilidad de solución, al contrario, con la sentencia del TC a mitad de octubre las posiciones de unos y otros serán aún más encarnizadas.

Supongo que debería ser de otra manera, y quisiera que así fuera, pero no me veo, me siento incapaz de identificarme con la manifestación de mañana, y hago mía la frase de Theo Angelopoulos: 

"No iré a ninguna manifestación nacionalista, bajo ninguna bandera. Sé que esta opción me predispone a ser la primera víctima. Porque soy siempre y en todas partes un extranjero."