‘Black bloc’, el manual de guerrilla urbana que emplean los CDR. Adiestra a los activistas sobre el uniforme y el material que deben llevar a la guerrilla urbana, cómo atacar a los antidisturbios con barricadas y hogueras y a fabricar cócteles molotov.

La noche es de los CDR. Al amanecer, a los catalanes pacíficos, independentistas o no, solo les queda empuñar la escoba y barrer las cenizas, basuras y rescoldos aún humeantes de la batalla campal. “Aún estamos en la mezcla de hastío y cansancio en la sociedad catalana. La reacción llegará luego”, asegura el analista político Josep Ramoneda. Pero mientras la gente pacífica consigue imponerse a los violentos, la calle sigue siendo de los guerrilleros urbanos del independentismo, que han adoptado como suyo el conocido como Black Bloc, el manual de los grupos antisistema europeos que recoge las principales tácticas de resistencia y enfrentamiento con los antidisturbios, según ha avanzado esta mañana la Cadena Ser.

El Black Bloc, un documento ampliamente extendido entre los movimientos anarquistas y antisistema de toda Europa, enseña al activista, entre otras cosas, el equipamiento básico (la indumentaria de acción) más apropiada para participar en una jornada de dura refriega con la policía. Las páginas de Black Bloc instruyen sobre cada detalle sobre el enemigo (las UIPS, los agentes de las Unidades de Intervención Policial de la Policía Nacional y de los GRS, los Grupos de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil). Así, adiestran sobre el equipamiento de los agentes, “su forma de organización, las diferentes formaciones policiales que utilizan −como la formación en guardia doble para capturar líderes y evacuar heridos o desmontar barricadas−, y el material con el que hacen las cargas policiales como escopetas de pelotas y de gas”.

El Black Bloc no deja de ser un manual para la guerrilla urbana. Recomienda formar grupos de entre 4 o 5 personas, nunca de una forma jerarquizada, aunque sí con un delegado que establezca objetivos comunes, e instruye sobre cómo rehuir “un enfrentamiento frontal con los agentes antidisturbios”. “Cuando los UIPS se repliegan en equipos más pequeños (equipos operativos), cuando marcan su perímetro de seguridad y tienen que recargar las pistolas de pelotas, en ese momento hay que atacar”, asegura el manual. “El número de manifestantes activos debe ser de 2 o 3 por cada policía y si nos tenemos que enfrentar a un grupo operativo de 50 efectivos debemos ser entre 100 y 150 porque menos sería un error”, añade.

Las tácticas empleadas son puramente militares y enseña cómo atacar los objetivos, cómo arrojar a la policía cócteles molotov a 130 grados para derretir su traje o “lanzar cohetes a los helicópteros”. Cabe recordar que en sus movilizaciones nocturnas los CDR ya han tratado de atacar un helicóptero de la policía detonando material pirotécnico, una práctica que resulta altamente peligrosa, ya que de ser alcanzada la hélice de una de las aeronaves esta puede perder el control y terminar estrellándose contra los edificios. El Black Bloc también adiestra al activista sobre cómo escapar tras cometer los disturbios y altercados, utilizando el Metro. Y cómo fabricar las barricadas: “Es muy efectivo volcar los contenedores de botellas, así se proporciona munición a decenas de manifestantes durante una hora”. Para lanzar cócteles molotov lo más fácil es “utilizar una botella de cristal de medio litro, llenar tres cuartas partes con gasolina, cerrar bien la botella y atar una tira de trapo en el cuello del recipiente”, refleja el manual.

La quema de vehículos, una táctica operativa que ya se ha registrado estos días convulsos en Barcelona, también tiene su capítulo aparte en el manual de instrucciones. “Se realiza para retrasar el avance de la policía aunque solo lo recomendamos en caso de extremo peligro para los activistas”. Black Bloc aconseja “cruzar coches entre varios manifestantes (mínimo 4 o 5) agarrar el coche por uno de los extremos y levantar”.
La vestimenta del activista está perfectamente diseñada. “La capucha es indispensable para protegerse, hay que llevar varias camisetas de diferente color y una bufanda mojada con vinagre o Coca-Cola para evitar el ardor que provoca el gas lacrimógeno. También se recomienda utilizar guantes resistentes al calor para devolver los botes de humo a la policía. Se desaconseja la franela o similares, ya que la transpiración potencia el efecto del gas”.

Black Bloc muestra a los activistas cómo defenderse de los golpes de los antidisturbios y la forma de comportarse ante una detención policial. “Una vez caído al suelo es conveniente adquirir la postura fetal con el lado izquierdo más cerca del suelo para proteger el bazo, porque un golpe en el bazo puede producir una hemorragia interna que puede matar”. Por supuesto, “nunca testificar ante la policía y saber que ante un registro existe el derecho de estar presente”.

El manual de táctica de guerrilla urbana Black Bloc nació en las manifestaciones contra el reactor nuclear de Brokdorf, en la Alemania Occidental de 1980, y fue desplegada por “okupas” y activistas antinucleares. También fue empleado para defenderse de los ataques de los neonazis. Más tarde se extendió entre cientos de activistas durante las manifestaciones contra la cumbre de la OMC en Seattle en 1999.
Los «bloques negros» se pusieron de moda entre los grupos anarquistas y antisistema, pero también está siendo usado por los manifestantes de Hong Kong, los chalecos amarillos en Francia y grupos nacionalistas y neonazis. El manual alerta ante la infiltración de policías para dañar la imagen de los manifestantes. - DIARIO16