Lo mejor de la encuesta del CEO en España es haber pensado en hacerla. Porque el poder es, también, la capacidad de decidir los términos del debate. La idea de considerar que si el CIS no lo quiere preguntar ya lo preguntaremos nosotros desde Catalunya y pondremos el espejo en España, es una muestra pequeña pero excelente de independencia de criterio y de recuperación de la iniciativa política, que la Generalitat necesita desesperadamente.
Mientras tanto, los espías rusos vuelven a aparecer en la narrativa española sobre el Procés. Si la conclusión de las investigaciones fuera que todos estos años los catalanes hemos salido a la calle empujados por una mano negra rusa, querría decir que siguen igual que en 2014, cuando no vieron venir el 9-N, y que en 2017, cuando no encontraron las urnas. Que no se autoengañe del Estado. De hecho, le ofrezco una pista: si quieren saber por qué el independentismo podría ganar un referéndum, no busquen en Moscú, busquen en Madrid. antoni bassas - ara.cat
.jpeg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario