La política española se mueve alborotada sin tiempo para digerir los acontecimientos. No ha transcurrido aún una semana de la repetición de las elecciones generales y la discusión ya está centrada en la abstención o el voto contrario de ERC a la investidura de la penúltima versión de Pedro Sánchez que acaba de firmar un acuerdo de coalición con Pablo Iglesias. Es obligatorio, en primer lugar, respetar el resultado electoral y tener muy claro por qué motivos el PSOE no consiguió sus objetivos. Es evidente que hubo una errónea lectura de la situación de fondo, o tal vez no, hay opiniones para todos los gustos, pero lo cierto es que estaban avisados. La situación actual siendo igual es diferente a la del 28-A, pero es cierto que presenta muchas debilidades que serán aprovechadas en los próximos días por los patriotas del desguace de la democracia interesados en que la alianza PSOE-Unidas Podemos fracase y no llegue a convertirse en coalición de gobierno. Los patriotas del desguace están en Madrid y en Barcelona, y así veremos en los próximos tiempos como los Catalanes mucho y muy catalanes serán acusados de traidores por los suyos y los Españoles muy y mucho españoles también. Lo importante es que fracase la coalición, hasta el punto de que están trabajando en ello juntos, unidos los dos, Felipe González y Jose María Aznar, o sea 'el barrigón' y 'el escuchimizao'. País que diría Forges.
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