La balsa de piedra" es una novela de José Saramago que se puede contemplar desde muchos ángulos, la novela de un realismo fantástico, nos cuenta como la Península Ibérica se separa de Europa, la falla de los Pirineos se rompe y en separarse la Península Ibérica comienza a flotar Atlántico abajo en dirección a sud-america. Es como si a Saramago le gustara jugar con la realidad, que quisiera, aunque el arraigo en la realidad es uno de los aspectos principales de "La balsa de piedra". Aunque parece que se divierte con cosas fantásticas, su intento es llegar más cerca de la realidad, expresarlo con más fuerza, mediante el recurso a temas o maneras de tratarlos a primera vista no parecen tener nada ver con la observación real. Desde su visión, la novela es el mensaje político y humano que nos deja esta metáfora de unión entre la Península Ibérica y América Latina. Saramago, que creía también en una península unida 'Iberia' mucho me temo que confundía deseos con realidades. Y aquí estamos nosotros anclados en Europa, en la popa del barco enseñándole el culo a África y Sudamérica.
Rui Moreira, alcalde de Oporto, ha recuperado la vieja idea de Iberia de Saramago, de unir España y Portugal, lo ha llamado Iberolux, un modelo de relación entre Portugal y España inspirado en el que Bélgica, Holanda y Luxemburgo establecieron para coordinarse como proyecto común antes incluso del nacimiento de la Comunidad Económica Europea. No se habla de matrimonio, que eso serían palabras mayores, pero sí de una amistad con derecho a roce que empiece a hacer realidad el viejo sueño del iberismo de unir social y políticamente la península en una nueva entidad con una sola voz en el mundo.
Esta idea se contrapone con la secesión que intenta Catalunya, donde estamos al final de la nada, inmersos en un proyecto en el que pocos creen y que sólo sirve como chivo expiatorio para darle la culpa de todo lo que no funciona. Si antes cuando se averiaba la tele decíamos aquello de: "es de ellos" ahora, todas las culpas son de Europa, quizá porque nadie (o casi) se ha tomado la molestia de explicarnos todas las medidas positivas para sus ciudadanos que se toman en Bruselas.
Pretendemos una Unión Europea unida, unos Estados Unidos de Europa y aquí ni siquiera hemos sido capaces de unir nuestra Península Ibérica, y aunque el mal no viene de Almansa, si es cierto que viene de "la meseta" y con estos no hay nada que hacer, cuando un Estado se detiene en su tiempo político e intelectual a finales del siglo diecinueve primeros del veinte y ya se ve que es incapaz de evolucionar, encerrado en un callejón sin salida, no hay nada que hacer. Ellos sí que ven lejos Europa, muy lejos, a más de un siglo de distancia. Y ni siquiera se han dado cuenta." Mientras, los de Matrix a la suya con su república interruptus, sin tocar de pies en el suelo, y sin gobernar no ya para un 50% de los ciudadanos, sinó para ninguno de ellos.
Pero ante este negro panorama, parece que se abre paso la luz, estan sucediéndose una serie de movimientos a ambos lados que dan lugar a una ténue esperanza. Esperemos que empiece a gobernar en ambos lados el sentido común, que falta nos hace a todos.
La unión hace la fuerza- Está claro. Los reinos taifas solo sirven para que venga alguien de fuera y los vaya sometiendo uno tras otro.
ResponderEliminarUn saludo.
Pues si, hala, a pescar amigo, que tienes buenos gusanos.
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