Cuando esto acabe, saldremos a la calle alborozados para abrazarnos unos a otros como no lo habíamos hecho nunca, las barbacoas estarán a la orden del día, y recuperaremos el placer de respirar sin miedo. Pasearemos por las calles y plazas sin prisas ni sufriremos por los demás en el momento de cruzarnos, no fuera que nos pudieran contaminar. Cuando esto acabe, subiré con la bicicleta hasta Matadepera tan deprisa que no me atrapará nadie, y me llevaré el desayuno con Coca Cola en el bidón, que uno es un ciclista peculiar. Volveré a comprar el periódico a las siete y media y charlaré con Rosario, lamentando ambos la ausencia de Juan que nos ha dejado por culpa de bicho. Me cruzaré en la ida y vuelta con la gente de cada día sin preocuparme de la distancia a la que pasan cuando les desee un sencillo buenos días.
En cuanto esto acabe volveré a comprar el 'cuposinto' a Montse mientras criticamos a los del rasca rasca que tanto la agobian, e iré al Horno Valero donde volverán a tener el pan de semillas antes dicho de multi cereales, desaparecido en la lucha contra coronavirus. Y volveré a caminar mientras escucho la radio buscando la acera donde da el sol que me calienta, en el itinerario de siempre de una hora y pico, y a comer los viernes al chino con Nuri, - ahora cerrado - del lado de casa, si es que vuelve a abrir, y si no a la Casona donde comimos muy bien el último día antes del confinamiento, caldo, trinxat y tocino con guarnición, en una relación calidad precio insuperable.

Cuando esto acabe, los volveré a tener a todos en la mesa a cenar un miércoles cada quince días, y haremos la barbacoa de cada verano en casa de unos u otros, aspecto que todavía está por decidir, y con suerte podremos celebrar nuestras bodas de oro que son el 22 de Junio, y quizás podremos volver a Lanzarote o quizás a otro lugar más cercano que no necesite queroseno para llegar.
Cuando esto acabe seguiremos sin tener ni idea de cuántos médicos necesita un hospital para funcionar como dios manda en tiempo de emergencias, y ya se pueden imaginar las proclamas de los políticos: "médic@s, enfermer@s y todo el personal de los hospitales del país nos han dado una gran lección a todos, y es así como declararan que, a partir de mañana mismo, el Gobierno tramitará un paquete de medidas para implementar una mejora de las condiciones de trabajo de estos héroes, bla, bla, bla..., pero sabemos que todas estas medidas no llegarán nunca a puerto, no sólo porque los Estados -sobre todo el nuestro tengan una deuda impagable, sino porque la política podrá seguir traficando con nuestro desconocimiento persistente de las cosas: porque a pesar de que ahora nos interese mucho, y salimos cada noche a las ocho a aplaudirles desde el balcón de su casa, cuando termine todo esto nos olvidaremos de ellos, al igual que nos olvidamos de mossos o bomberos en su día
Cuando esto acabe, dejaremos de hacer gimnasia en casa, o manualidades, y volveremos a caer en el modo de vivir anterior sin haber aprendido nada de la pesadilla superada, como miembros de esta sociedad enfermiza y decadente que somos. Tendremos una enorme crisis dicen los que entienden, como el crack del 29, mientras que otros consideran que será totalmente al revés, que la gente consumirá mucho y todo repuntará de nuevo, de hecho nadie lo sabe ni tiene ni idea.

Cuando esto acabe, nos daremos cuenta de que todo el tiempo de antes de la plaga, algo se nos había pasado por alto, no sabíamos que éramos felices, no nos habíamos dado cuenta.