En las últimas semanas, ayuntamientos de diversas ciudades españolas y europeas vienen recomendando el uso de la bicicleta para evitar que el miedo al contagio de coronavirus en el transporte público suponga un aumento del uso del coche personal. En la misma línea y pensando ya en el desconfinamiento, la Red de Ciudades por la Bicicleta (RCxB) ha instado a las administraciones a favorecer la movilidad en medios individuales como la bicicleta durante y después de la pandemia de coronavirus, porque "permitirá un retorno a la actividad de la forma más ordenada y aislada posible".
Como medida inicial, piden impulsar la ampliación urgente y de bajo coste de las redes ciclistas urbanas y de conexión con los municipios vecinos, con el objetivo de crear espacios seguros de circulación y facilitar el distanciamiento físico sin afectar el espacio peatonal , con ayudas concretas por parte de las administraciones supramunicipales. En segundo lugar, reclaman reabrir los servicios de bicicleta públicos ajustando la oferta a la demanda, reforzando las medidas de desinfección y obligando el uso de guantes, así como establecer "medidas de coordinación semafórica" para evitar la acumulación de bicicletas y peatones esperando en los cruces.
También exigen a las administraciones facilitar espacios de aparcamiento seguro para bicicletas en locales municipales y otros espacios de fácil acceso, así como generar aparcamientos de bicicleta con estructuras de instalación sencilla en los centros sanitarios, estaciones de ferrocarril y otros espacios de concentración de movilidad, cuidando que todo esto no afecte el espacio peatonal. También se muestran partidarios de bajar la limitación de la velocidad a 30 km / ha ciudades, reducir los límites de velocidad de circulación de la red interurbana.
Ha tenido que aparecer el Covid-19, para que los Ayuntamientos vean la luz y descubran la sopa de ajo, ahora solo les falta erradicar definitivamente los automóviles y los peatones de la ciudad(*) y ya se habrá cerrado el ciclo ecológico. De hecho estamos en el lugar de siempre, en el imperio del sentido común; servidor desde los diez años y si no hay nada de nuevo este sábado, se ha movido por Sabadell en bicicleta y no por la acera como muchos ahora, ¡ah! y respetando los semáforos, y tiene su sentido, la bicicleta en una ciudad llana como Sabadell es el medio de transporte ideal, y ahora habría que añadir el patinete eléctrico, que me ha conquistado definitivamente, solo falta que los usuarios aprendan a utilizarlo como es debido, que de momento no es el caso.
Lo que no aún no tengo claro, es el sábado a qué hora podré salir con la bicicleta y la distancia que podré recorrer, y no sé yo si Salvador Illa lo sabe, me temo que como yo no tiene ni idea. El señor de las provincias ha demostrado entre otras ineptitudes que la Sanidad es mucho mejor que la conduzca un médico experimentado que no un filósofo, y peor aún si este es un filósofo trasnochado.
(*) El tema de los peatones lo digo en serio, en la acera molestan, y no dejan pasar a bicicletas. skaters, patinetes eléctricos o a pinrelillo, y las abuelas con el carrito de la compra haciendo de falso taca taca, más los testículos de Jehová con su paradita. Los jubilados no es necesario, ya que no van por la acera, lo suyo es circular pausadamente por el carril bici donde no pasan... las bicicletas.
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