SEÑORITA ESCAL·LATA


La plataforma de streaming HBO Max retiraba este miércoles de su catálogo 'Lo que el viento se llevó, la oscarizada película dirigida por Victor Fleming. Una cinta que es historia del cine y que ha sido muy criticada durante años para ofrecer una visión idealizada de la esclavitud y perpetuar estereotipos racistas.
La decisión llegaba un día después de que el diario Los Angeles Times publicara una columna de opinión, firmada por John Ridley, guionista de la película 12 años de esclavitud, que cargaba contra la cinta al entender que "glorifica" la esclavitud durante la Guerra de secesión, "ignora sus horrores y perpetúa los estereotipos más dolorosos para las personas de color".

El debate no es nuevo y resurge cuando menos se le espera. En esta ocasión ha sido un clásico de cine lo que ha hecho disparar las alarmas en el seno del buenismo mundial, reabriendo de paso un viejo debate, a saber; este que pretende embadurnar el arte con una pátina de corrección política, aquello tan terrible de lo políticamente correcto.
No es nueva esta censura, basta recordar como desapareció el sempiterno cigarrillo de la comisura de los labios de Lucky Luke de sus dibujos, o la pipa de Monsieur Hulot de Jacques Tati sustituida por una flor, en el metro de Paris. Y ya puestos se debería prohibir la Biblia, por obscena y violenta, y muchas de las buenas películas de la historia de cine.
La pregunta es: ¿dónde nos llevará tanto buenismo de lo políticamente correcto?. ¿Hasta qué punto eludir nuestro pasado es una buena solución a la hora de abordar nuestro presente?, el arte no se debe ni puede revisar, máxime cuando depende de su tiempo y de su contexto socio-político.

Aproximarse a una obra con la mirada del siglo XXI puede llegar a manchar aún más la imagen. "Una película es hija de su tiempo, intentar corregir 'Lo que el viento se llevó' nos puede llevar a intentar corregir su tiempo y esto es algo que no está en nuestra mano". Como dice el historiador de cine Luís E.Parés, 'Lo que el viento se llevó' es un melodrama, que lo único lo que pretendía era emocionar a la gente y erizar el pelo, es decir, todo es político y está bien que intentamos extraer lecturas políticas de casi todo, pero no que buscamos fines políticos en aquellas cosas que no las tuvieron, creo que hoy en día deberíamos poder trascender de este tipo de lecturas y hacer una lectura realmente artística ".

De momento pues, la señorita Escal·lata continuará pudiendo decir aquello de: "juro por Dios que nunca más volveré a pasar hambre".
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Comentarios

  1. Cada obra hay que juzgarla en su tiempo. Porque si no, Quevedo sería tachado de xenófobo.
    Saludos.

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  2. Un dia releyendo Autopista de Perich, me di cuenta que más de la mitad de los aforismos hoy en dia no se publicarian.


    Saludos

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