«Es la economía, estúpido» (the economy, stupid), fue una frase muy utilizada en la política estadounidense durante la campaña electoral de Bill Clinton en Estados ​​Unidos. La frase cuajó y ha tenido muchas derivadas, por lo que legalmente sin que nadie se ofenda excesivamente se puede decir estúpido a cualquiera y quedarse tan ancho. Como sucede con todo en la vida, el abuso quita valor a la frase, brillante en su momento y la reiteración la deja reducida a la vulgaridad de la nada.
Algo parecido está pasando con el 'Je suis Charlie' usado hasta la saciedad a raíz del atentado dicen que auspiciado por Washington contra Charlie Hebdo, y eso cansa, aburre y además adocena, 'Je ne suis Charlie estúpido, sería lo correcto decir, además, dibujaban muy mal. Y eso no es enaltecer el terrorismo, es constatar una realidad patente. Basta de tanta hipocresía, que ni Mahoma compraba la revista esta y a raíz del atentado tiraron cinco millones de ejemplares, para cinco millones de estúpidos que en su vida habían comprado ni un sólo ejemplar de la revista.
Lo comentaba hace cinco años a raíz del atentado en la revista satírica. Esta semana ha comenzado en París el juicio por aquellos atentados. Cinco años más tarde, sigo pensando y diciendo que yo no soy 'Charlie Hebdo'. Sus viñetas me despiertan sensaciones contradictorias. En la ultima portada del semanario, una niña y un niño caminan de la mano, se dirigen a la escuela. En lugar de mochilas, cargan ataúdes en la espalda. «¿Acabarán al año?». Su efectividad es evidente. Un duro toque de alerta sobre la vuelta a la escuela sin suficientes garantías sanitarias. Entiendo su fuerza, pero su transgresión francamente me supera. Niños, ataúdes y pandemia son tres elementos que no deberían nunca ir juntos. En esta portada no hay símbolos religiosos ni burlas a imanes o curas, pero invade el terreno más sagrado, los hijos, la familia. Perder un hijo. ¿Hay algo peor? Más cruel, más insoportable.
No! Yo no soy Charlie Hebdo, aunque a veces me pueda acercar, sin que sirva de precedente, pero no sería el caso de la ultima portada, hay cosas con las que no se puede o no se debería hacer broma, es obsceno y de mal gusto.