TODOS SOMOS MADRID

Banderita tu eres roja, banderita tu eres gualda, dice el pasodoble, Pero ayer cuando comparecieron Isabel Díaz Ayuso y Pedro Sánchez para escenificar una supuesta coordinación que sólo esconde la incompetencia de una y la dejadez del otro, no había una banderita, sino todas las banderazas habidas y por haber, faltaba sólo la de la supermegabandera de la plaza de Colón. La reunión fue desafortunada, la ineptitud de Ayuso en el control de la pandemia es evidente, pero también es cierto que el Gobierno ha dejado que las autonomías se coman su irresponsabilidad y deslealtad durante el estado de alarma. El acto daba vergüenza ajena. Si nuestros dirigentes políticos apreciaran un poco más la cultura, sabrían que la bomba oriental casa mal en tiempos de miedo y miseria. No parece muy adecuado reunirse con tanta pompa y boato con la que está cayendo, aunque sea esta reunión una dulce venganza de Sánchez sobre Díaz Ayuso, una dulce venganza empozoñada. Y encima va Quim Torra y llama a los catalanes a no viajar a Madrid, el molt honorable, también ha propuesto controles de temperatura a las personas que llegan de la capital. Los controles ya se hacen, pero no hay que desaprovechar la oportunidad de humillar al enemigo y jugar al espejismo del estado independiente de la señorita Pepis. Mientras tanto, seguimos en caída libre ante el virus.

Ante tanto dislate me da la sensación de que catalanes y madrileños nos sentimos más hermanados que nunca, como diría Díaz Ayuso, todos somos Madrid.