💬La retransmisión del ente público del encuentro de ayer entre España y Kosovo, siguió las indicaciones del Gobierno para presentar el partido como el duelo entre un país y una federación. Los de TVE no conocen el efecto Streisand por lo visto, e hicieron una retransmisión ridícula. Habían recibido indicaciones desde hacía días y la retransmisión de TVE cumplió el objetivo. Desde el Ministerio de Cultura y Deportes y la RFEF se marcaron las bases de una producción y emisión de un partido peculiar. De un duelo histórico ante un Estado no reconocido por el Gobierno español. La idea era clara: el partido debía parecer el choque entre un país (España) y una federación (la de Kosovo). Los medios para conseguirlo fueron varios, alguno bastante torpe.
Esta era la primera indicación del documento que se hizo llegar a los trabajadores del ente público. Inicialmente, se sugirió la utilización de la fórmula «territorio de Kosovo», pero esta nomenclatura causó un tremendo enfado del adversario después de un tuit de la federación española el 9 de marzo. Con «equipo de la federación de Kosovo» la cosa quedó un poco más suavizada. Fue la opción favorita de Rivero, muy aplicado a la hora de evitar cualquier distracción, mientras el ex azulgrana se decantó casi siempre por «equipo kosovar». Esta fue, precisamente, la expresión que se utilizó en la megafonía de la Cartuja a la hora de anunciar la alineación del conjunto del veterano Bernard Challand. Antes, en los videomarcadores del estadio, se optó por poner los escudos de las dos federaciones. Todo se cuidó al detalle para mantener las normas de la FIFA, pero dejando clara la diferencia existente entre una selección y otra no reconocida como Estado independiente por el Gobierno español.
Donde se vio con más surrealismo este empeño fue en el uso de los rótulos, tanto al anunciar las alineaciones ( «SPAIN» y «kosovo»), como en el clásico marcador del partido situado en el vértice superior izquierdo «(ESP- kos »). Esta utilización de las mayúsculas y minúsculas, también incluida en las recomendaciones del Gobierno, fue un recurso bastante torpe.
¿Ejemplo para Cataluña? - No hubo ni un solo representante del Madrid en la alineación de Luis Enrique. Pero eso era lo de menos. Tampoco importaba demasiado el juego sobre el césped en un partido que ya se presumía sencillo para España ante el rival más flojo del grupo, la selección número 117 de la FIFA, la ex provincia serbia, en la que muchos ven un ejemplo para los sueños del independentismo catalán. España no presentó en su momento ninguna petición para evitar Kosovo en el sorteo de la fase de clasificación del Mundial, algo que sí hicieron Serbia, Rusia y Bosnia. En la ceremonia, los kosovares les tocó el grupo A, pero ya había Serbia y se movió al B, donde había 'la Roja'. El conflicto estaba garantizado ante un país que forma parte de la FIFA desde 2016 y se declaró independiente de forma unilateral en 2008 con el apoyo de EEUU. En conjunto, un ridículo que se podían haber ahorrado, de hecho si no reconocen a Kosovo, con no jugar el partido lo tenían resuelto, claro que entonces habrían perdido los puntos, pero no la vergüenza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario