💬Del amparo al olvido. Las familias de las víctimas de Germanwings no dan crédito a la desconcertante actuación de los políticos que han pasado de arroparlos y prometerles ayuda a dejarlos en el olvido. “Son innumerables las visitas a Madrid para explicar nuestro caso, así como cartas, correos y llamadas en cinco años, cinco años que han acabado, de momento, con un final totalmente frustrante”, se lamenta Eduardo Ruiz, expresidente de la Asociación de afectados del vuelo GWI 9525 en los Alpes, padre de un pasajero fallecido y abuelo de dos huérfanos.
Cuando el 24 de marzo del 2015 el piloto de la filial de Lufthansa, Germanwings, que viajaba de Barcelona a Düsseldorf, estrelló el avión con 150 personas, entre pasajeros y tripulación, se organizaron numerosos actos de apoyo y condolencias, acordes a la conmoción que había causado el siniestro. En las fotografías de los funerales se identifican figuras representativas de todas las instituciones.
La asociación estima que Hacienda podría recaudar 800.000 euros de los 3 millones donados por Lufthansa. De la tragedia, unos 82 niños, y uno aún en el vientre de su madre, quedaron huérfanos de uno de los padres o de ambos. 51 españoles, casi todos catalanes. Lufthansa creó un fondo para compensar económicamente a las familias de las víctimas que fijó en 15 millones de euros. “La asociación que yo presido ahora pidió que una parte fuera destinada íntegramente a los hijos que habían perdido a un padre porque sus vidas quedaban especialmente quebradas”, explica Lourdes Bonet, presidenta actual de los afectados y amiga de una de las pasajeras fallecidas. La compañía aceptó. Unos 5 millones serían exclusivamente para los huérfanos de Germanwings, en concepto de ayudas para el estudio. Los otros 10 millones se ofrecían a proyectos que desearan liderar los familiares para conmemorar a sus fallecidos.
“La asociación pidió la exoneración tributaria porque entendía que Lufthansa daba ese dinero a las familias que habían sufrido el terrible impacto de haber perdido a un ser querido, con la perspectiva, además, de que ya no aportaría ingresos al hogar”, argumenta Ruiz. Por tanto, no era equiparable a otras ayudas en las que la contribución fiscal está, probablemente, más justificada.
Los diputados del Congreso votaron en el 2016 una proposición de ley que incluía la exoneración para el fondo específico de Lufthansa, en amplia mayoría, y se puso en marcha el engranaje político-administrativo para que así fuera. Pero las cosas se torcieron, dando punto y final al amparo institucional. “La moción de censura a Rajoy, la disolución de las Cortes el día que se tenía que aprobar la ley, la pandemia...”, hace una lista Bonet. En la última etapa, empezaron a tener la percepción de ser un fastidio. Y los ministerios ya no les reciben.
“En diciembre finalizaba el plazo para recibir la ayuda”, explica Maribel, madre de tres hijos que tenían 18, 21 y 22 años cuando murió su padre. “Estuvimos esperando hasta el último momento a ver si la exención llegaba, pero no fue así. Y mis hijos tendrán que pagar en esta campaña de la Renta 2020 casi la mitad de lo que han percibido”, indica. Los tres están estudiando (Ingeniería química, Derecho y máster en Biotecnología). “Ese dinero procede de la compañía alemana para los hijos de las víctimas, Hacienda no contaba con su existencia, el Estado no tiene que desembolsar nada, solo dejar de ingresar por ese concepto”, aclara.
¿Dónde quedaron las promesas? Atrapadas en alguna rendija de la madera del hemiciclo del Congreso de los Diputados. Allí están mucho antes de que la pandemia sirviera de justificación final. Y hay, según Ruiz y Bonet, una comparación hiriente: el Gobierno alemán aprobó la exoneración fiscal en el 2016 y los niños germanos ya han dispuesto de la totalidad de la ayuda económica.
“No se entiende de este gobierno que dice favorecer a los vulnerables pero quiere sacar provecho de esto”, protesta Robert Tansil, abuelo de dos niños que tenían 3 y 7 años cuando falleció su padre, arquitecto técnico. “¿Quién es más vulnerables que viudas y huérfanos?”, pregunta. “Los niños son muy concienzudos y su padre les inculcó la meta de formarse. Obtienen muy buenas notas”, subraya orgulloso.
A las familias les queda un último cartucho. Hace unos días, JXCat, con el apoyo de ERC, registró una PNL con la propuesta de la exención fiscal con carácter retroactivo, alegando que ya se había aprobado en el Congreso y que no terminó de tramitarse por incidencias ajenas al fin perseguido. “Deberá debatirse en comisión o en el pleno e ir a votación”, explica Míriam Nogueras diputada de Junts. “Más allá de la conclusión, anímicamente es una puerta que las familias necesitan cerrar”. -lavanguardia.com
Parece evidente que Hacienda no somos todos, nosotros no robamos a los huérfanos, señores de hacienda, aunque sea presuntamente. Cuanta miseria moral anda suelta por los Ministerios.
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