Una de las ventajas que ha comportado la pandemia con las restricciones que nos ha infringido el Gobierno, ha sido el toque de queda, la suspensión de Fiestas Mayores, los conciertos en vivo y en directo a las tantas de la noche de los Musiqueros, la suspensión de los castellers y que el público pudiera ir a los campos de fútbol a chillar y a insultar.
Pero la vacunación del personal a toda pastilla, ha generado una serie de efectos secundarios y todo esto se está derritiendo como la nieve primavera - esto Roy Batty no lo sabía -, y mira que el toque de queda me iba bien, de 10 de la noche a las 6 de la mañana, que coincide con la mi hora de acostarse y de levantarme, los conciertos y el público al fútbol volverán o ya lo están haciendo poco a poco y los castellers ya ensayaban esta semana. Cuando decían vamos a salir mejor de la pandemia, pensaba que no se referían a esto, tal vez tenían que haber dicho, nos liberaremos de una vez, pero no ha sido así, y lo peor de todo, ayer lo anunció el Gobierno a bombo y platillos, vuelven las Fiestas Mayores. Alegría y diversión que es Fiesta Mayor.
Del 4 al 6 de septiembre se celebra la Fiesta Mayor de Sabadell. Donde vivimos nosotros en el norte de la Creu Alta rozando Can Puigjaner, ni por la Fiesta Mayor de Sabadell ni por la de la Creu Alta nos toca ningún tipo de actividad lúdica, como mucho las cabalgatas de reyes o de Carnaval pasan cercanas de casa por la calle Francesc Layret. Y menos mal que la Fiesta Mayor de la Cruz Alta es menor y molesta poco, aspecto que empeora cuando es la fiesta mayor de la ciudad. Este año la Fiesta mayor de la Creu Alta se celebró en la intimidad, sólo los trabucaires, plantados en círculo en la plaza de la Creu alta dieron señal de vida, ruidosa por cierto.
Dicho esto, volvemos a la cosa de la Fiesta Mayor, sinceramente no entiendo en el año 2021 y sucesivos, más algunos de anteriores, ¿Qué sentido tiene celebrar la fiesta mayor, no hemos cosechado ni sembrado nada que se sepa, ya tenemos Tibidabo y Port Aventura para subir a las atracciones y más seguras que las de la feria que son un poco de nygo nygo.
No es necesario llenar el eix Macià de atracciones, puestos y atracciones musicales que suficiente alboroto hacen, o cortar por medio del eix Macià para ensordecer a los vecinos durante cuatro días y cuatro noches que dura la fiesta mayor y la otra mitad llena de chiringuitos para que la gente beba más de la cuenta, todo ello para poner estas cuatro atracciones y colapsar la ciudad o verte obligado a hacer casi una odisea para llegar con el coche a tu casa; al fin y al cabo la gente se va de puente y los que se quedan a precio exorbitante disfrutan de unas inseguras y onerosas atracciones de feria, fijaos sino en el precio de los "caballitos" sin ir más lejos, que hasta Fèlix Millet lo consideraría un robo.
Volviendo a la feria, no vale decir que a los niños les hace ilusión y que se debe mantener la tradición, si es que los chicos tienen ya de todo, y si no hay feria les da igual, ellos ya no son analógicos, es a nosotros si acaso (no en mi caso) que nos puede la evocación de la feria de cuando éramos pequeños. Pero entonces era diferente, no había lo que hay ahora, sólo para la feria se podía subir a las atracciones (una vez al año), no como actualmente que tienen siempre al alcance las que quieran.
En Sabadell, antes de la llegada de la democracia, la feria la hacían en la Calle de Vilarrubías y en la plaza del Taulí, y tenía su razón de ser, eran tiempos de penurias y la feria significaba un soplo de aire fresco, con las atracciones, las paradas, los charlatanes, la parada de churros de la Floresta al comenzar a la izquierda de la calle. Ahora no tiene ninguna, como tantas cosas que aún mantenemos del pasado sin querer adaptarnos al presente que es el futuro, no hemos entendido que el concepto de Fiesta mayor ha caducado, cuando de hecho ya lo venía "per-se", pués era un residuo de las fiestas paganas de cambio de solsticio, como los correfocs, un espectáculo atávico, ideal para chamuscar la camisa o camiseta mientras se hace el tonto enmedio de la calle malgastando pólvora.
Deberíamos empezar a entender que estamos en el siglo XXI y muchas cosas y no sólo la Fiesta Mayor, a siglo de hoy no tienen ninguna razón de ser ni celebrarse, pues de seguir asa seguiremos anclados en una especie de día de la marmota del pasado del que no conseguimos salir.
La Generalitat, tan actual, como la anterior o la que vendrá, tan dadas a pedir estudios inútiles o al menos en muchos casos de dudosa o peculiar Utilidad, podrían encargar uno del coste anual de las Fiestas Mayores contando las horas laborales perdidas y los gastos extraordinarios de los Ayuntamientos en organizarlas. La cifra sería de bastante ceros como para pensar la posibilidad de dejar de celebrarlas de una puñetera vez.
Baugman hablaba de la societat líquida, però creo sinceramente que acertaba más Mike Judge cuando nos hablaba en su película IDICOCRACY, de la disgenésica Sociedad de la idiocracia.
Colectivamente no tenemos remedio. Particularmente no me identifico con tanto idiota suelto, en la calle y en los despachos.
ResponderEliminarUn saludo.
No estar solo ya no es un consuelo.
ResponderEliminarSaludos.