EL ÉXITO Y EL ESFUERZO


Una idea es un pensamiento que abarca más de lo que crees cuando te pasa por la cabeza. Porque en este instante inicial salta una chispa que es la clave de bóveda. En una tira cómica, si alguien tiene una idea, se enciende una bombilla. Ocurre en un instante, como en la vida. Pasa sin embargo, que no siempre la plasmación de esta idea es acertada.

Esta mañana he ido al instituto de mi nieto a recoger sus notas, en la entrada hay colgada con letras bien grandes para que se vea, una frase: "El éxito depende del esfuerzo". Craso error, ya que en realidad el éxito depende del reconocimiento, ya que el esfuerzo por sí solo no garantiza el éxito, aunque es cierto que ayuda y mucho. A menudo hay mas esfuerzo en el éxito no reconocido que en el reconocido, porque en el fondo, el éxito es para los más capacitados que necesitan esforzarse menos para conseguirlo. Esta es la diferencia entre el éxito y el fracaso, el reconocimiento, y os lo dice un experto en fracasar.

Pero esto, en el Instituto de mi nieto no lo saben, tal vez porque andan perdidos en medio de una excesiva burocracia trasnochada, muy usual en el mundo del supuesto ámbito de enseñar a los adolescentes a ser nada el día de mañana. También la enseñanza, la manera de enseñar debería reformarse, adecuarse a los nuevos tiempos. No hay fracaso de los alumnos sino de los profesores, si el maestro es realmente bueno y didáctico los alumnos aprenden, en general, aunque siempre hay excepciones.

Cuando hacía el bachillerato en la Academia del Sr. Caldes, este nos daba las clases de matemáticas, pero el Sr. Caldes no sabía enseñar, se limitaba a escribir las fórmulas en la pizarra con el yeso y poco más, y mira que era un brillante matemático, capaz de multiplicar de memoria tres cifras por tres cifras, pero no sabía enseñar. Mientras, el Profesor Burgos, jefe de la Falange de Sabadell y a pesar de ello, como diría Núñez, muy buena persona, nos enseñó a todos sus alumnos a amar y aprender el latín. O la señora Grimau que nos daba clases de francés y que era de una bondonia extrema. Tiempo aquellos en que íbamos a la academia el sábado, y el Sr. Caldes de 11 a 12 cada sábado nos daba clases de catalán, a escondidas, claro. Ahora supongo que no sería posible, antes, no había la mala baba que hay ahora en el lado derecho de las personas políticas, ni se acababan resolviendo todas las cuitas en los tribunales. Quizás porque antes éramos más libres y teníamos más derechos que ahora como ciudadanos, si - como decía mi padre - no te metías en política. Conste que Franco ya lo había avisado: Haga como yo, no se meta en política. se lo dijo al director del diario Arriba, Sabino Alonso Fueyo. La verdad es que contra Franco vivíamos mejor, y eso que muy contra, muy contra tampoco es que fuéramos o fuésemos en general, al fin y al cabo, el dictador murió en la cama de viejo, y su espíritu aún reina entre nosotros.

2 comentarios:

  1. "No hay fracaso de los alumnos sino de los profesores, si el maestro es realmente bueno y didáctico los alumnos aprenden, en general, aunque siempre hay excepciones."
    Sin duda, un tema polémico. Hay muchos factores que inciden en que un alumno no aprenda, además de la calidad y profesionalidad del profesor, que también: la familia, el plan de estudios, el medio social, las instituciones, los intereses del alumno, su capacidad de esfuerzo y de responsabilidad, también la responsabilidad y exigencia de sus progenitores, que algunos van de colegas de sus hijos y practican un pasotismo tremendo.
    Y no echo balones fuera, te lo dice un docente que se tomaba en serio su trabajo y que motivaba a sus alumnos, a los que podía, claro.
    Un saludo.

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  2. Pwro estoy seguro que motivabas a la mayoria. Lo del comportamiento de algunos de los padres y madres es pa mear y no echar gota. En parte fíjate que antes cuando el Señor Maestro entraba en la clase, los alumnos se ponían respetuosamente en pie y respetuosamente trataban al señor Maestro, y ahora ya ves, mucho coleguismo y mucho papanatismo docente es lo que hay.

    Saludos.

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